El secuestro de Achille Lauro: Lecciones sobre la política y los prejuicios del terrorismo

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Título original:

The Achille Lauro Hijacking: Lessons in the Politics and Prejudice of Terrorism

Contenido del libro:

Los discursos políticos y la retórica pública pintan el fenómeno del terrorismo con una brocha en blanco y negro, presentándolo como una batalla clara entre malhechores y héroes. En "El secuestro del Achille Lauro", Michael K. Bohn, que presenció el incidente desde la Sala de Situación de la Casa Blanca, utiliza uno de los incidentes terroristas más tristemente célebres de los últimos veinticinco años para poner de manifiesto la insensatez de tales patrioterismos simplistas. El secuestro del crucero italiano en 1985, la asombrosa captura de los terroristas y una historia inédita de fanatismo estadounidense se unen en este libro como un caso de estudio de las complejas fuerzas que dan forma tanto al terrorismo como a las respuestas que desencadena. En octubre de 1985, cuatro palestinos secuestraron el crucero italiano Achille Lauro y mantuvieron a cientos de personas como rehenes durante dos días. Los secuestradores mataron a Leon Klinghoffer, un judío estadounidense de 69 años parcialmente discapacitado, y arrojaron su cuerpo al mar. Muchos recuerdan la muerte de Klinghoffer, pero pocos conocen el otro asesinato relacionado con el secuestro, el de Alex Odeh. Odeh defendió en televisión el aparente papel de Yasser Arafat en la desactivación del secuestro. Fue asesinado al día siguiente por la bomba de un terrorista, que estalló cuando abría la puerta de su oficina en Los Ángeles: el Comité Antidiscriminación Americano-Árabe. Los palestinos mataron a Klinghoffer porque era judío, pero los extremistas judíos mataron a Odeh porque era palestino.

La larga cruzada de la familia Klinghoffer para llevar ante la justicia al cerebro del secuestro, Abu Abbas, se vio parcialmente satisfecha con su captura en Iraq en abril de 2003. La familia Odeh sigue esperando que se presenten cargos contra los asesinos de Alex, una situación especialmente descorazonadora ya que Israel, amigo y aliado de Estados Unidos, se niega a extraditar a dos sospechosos. Estas dos muertes palidecen en comparación con las atrocidades del 11 de septiembre de 2001. Sin embargo, comprender tanto el incidente de Achille Lauro como la extraordinaria secuencia de acontecimientos que le siguieron ayudará a los estadounidenses a entender mejor la amenaza del terrorismo. El terrorismo no es un enemigo, es una táctica elegida por algunos para conseguir objetivos políticos. El terrorismo no es sólo crimen y castigo.

Trata de la violencia, la política del poder, los prejuicios, el odio, la tierra, la religión, la codicia, el dinero y un sinfín de factores venales que influyen en la sociedad humana. Todas estas fuerzas están presentes en el secuestro del Achille Lauro y sus secuelas.