El rey de Dublín: La verdadera historia de Eduardo, conde de Warwick, Lambert Simnel y los príncipes de la Torre

Opiniones de los lectores

El libro de John Ashdown-Hill explora la misteriosa identidad del niño coronado en la catedral de Dublín en 1487, a menudo asociado con Lambert Simnel. Presenta una amplia investigación y teorías intrigantes, pero ha sido criticado por su estructura, repeticiones y falta de claridad en cuanto a su tesis principal.

El libro está bien documentado y ofrece teorías que invitan a la reflexión sobre la historia bajomedieval, en particular sobre Lambert Simnel y su identidad. Los lectores aprecian la amplia información proporcionada y el estilo claro del autor. A algunos les pareció fácil de entender y atractivo, lo que lo convierte en un valioso recurso para los interesados en los misterios históricos.

Muchos críticos señalan que el libro puede resultar confuso para quienes no conozcan previamente el contexto histórico. Tiende a ir de un lado a otro, lo que dificulta su lectura. Además, hubo quejas sobre información repetitiva y excesivas autorreferencias a las obras anteriores del autor, lo que resta claridad y cohesión a la narración.

(basado en 31 opiniones de lectores)

Título original:

The Dublin King: The True Story of Edward, Earl of Warwick, Lambert Simnel and the 'Princes in the Tower'

Contenido del libro:

Un año después de la muerte de Ricardo III, apareció un niño que afirmaba ser su heredero y el legítimo rey de Inglaterra.

En 1487, en una ceremonia única, este niño fue coronado en la catedral de Dublín, a pesar de que el gobierno de los Tudor insistía en que su verdadero nombre era Lambert Simnel y que era un mero pretendiente al trono. Ahora, utilizando nuevos descubrimientos, pruebas poco conocidas y perspicacia, el historiador John Ashdown-Hill busca la verdad tras esta historia de 500 años.

También presenta un vínculo entre la historia de Lambert Simnel y la de Jorge, duque de Clarence, hermano de Ricardo III. El libro arroja nueva luz sobre el destino de los Príncipes de la Torre, antes de plantear la posibilidad de utilizar el ADN para aclarar la identidad de personajes clave de la historia.