El propósito de la vida: cómo un ateo encuentra sentido

Opiniones de los lectores

El libro presenta una crítica del cristianismo y aboga por una vida impulsada por propósitos personales y no por dictados religiosos. Dan Barker ofrece argumentos lógicos y anécdotas personales, con la intención de proporcionar una visión del ateísmo y de la búsqueda de sentido sin creencias sobrenaturales. Aunque muchos elogian el libro por su contenido y claridad, que invita a la reflexión, algunos lectores esperaban un debate más centrado en el tema del «Propósito guiado por la vida», en lugar de una crítica más amplia de la religión.

Provocador, con argumentos lógicos, anécdotas personales perspicaces, bien escrito, ofrece una nueva perspectiva sobre el propósito en la vida sin religión, incluye historias significativas y, en general, es bien recibido por quienes buscan una contranarrativa a las ideologías religiosas.

Algunos lectores opinaron que el libro dedicaba demasiado tiempo a la polémica sobre el ateísmo y no al tema específico del propósito de la vida, con una condescendencia percibida hacia los creyentes. Otros mencionaron que carecía de nuevos puntos de vista para quienes están familiarizados con la literatura atea y criticaron la organización y claridad de los argumentos.

(basado en 35 opiniones de lectores)

Título original:

Life Driven Purpose: How an Atheist Finds Meaning

Contenido del libro:

Toda persona pensante desea llevar una vida con sentido y propósito. Durante miles de años, los libros sagrados nos han dicho que esa vida sólo es posible a través de la obediencia y la sumisión a un poder superior.

Hoy en día, los fieles tienen al alcance de la mano devocionarios y tratados populares en sus mesillas de noche y dispositivos móviles, todos ellos con el mismo mensaje: "La vida no tiene sentido sin Dios". "En este volumen, el ex pastor Dan Barker rebate de forma elocuente, poderosa y racional esta creencia tan arraigada.

Ofreciendo palabras de enriquecimiento, emancipación e inspiración, nos recuerda cómo millones de ateos llevan vidas felices, amorosas, morales y llenas de propósito. Practicando lo que predica, también demuestra a través de su propio viaje personal que la vida es valiosa por sí misma, que el sentido y el propósito no vienen de arriba, sino de dentro.