El privilegio de la pobreza: Clara de Asís, Inés de Praga y la lucha por una regla franciscana para las mujeres

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Título original:

The Privilege of Poverty: Clare of Assisi, Agnes of Prague, and the Struggle for a Franciscan Rule for Women

Contenido del libro:

A principios del siglo XIII, una joven llamada Clara se sintió tan conmovida por las enseñanzas de Francisco de Asís que renunció a sus posesiones y juró llevar una vida de pobreza radical. Hoy se recuerda a Clara por su relación con Francisco, pero su propia dedicación a la pobreza y su lucha por conseguir la aprobación papal de una Regla franciscana para mujeres es una historia fascinante que no ha recibido la atención que merece. En El privilegio de la pobreza, Joan Mueller cuenta esta historia y, al hacerlo, reconfigura nuestra comprensión de la historia franciscana primitiva.

Clara sabía, al igual que Francisco, que necesitaba una Regla para preservar el "privilegio de pobreza", una exención papal que permitía a los monasterios femeninos no depender de los ingresos por donaciones. Las primeras franciscanas donaron sus dotes a los pobres y fueron tan apasionadamente santas y astutamente políticas en esta elección como lo fueron sus homólogos masculinos. Mueller muestra el papel crucial que desempeñó en ello Inés de Praga, una de las más estrechas colaboradoras de Clara. Inés, princesa bohemia que declinó su compromiso con el emperador Federico II para fundar un monasterio de Damas Pobres en Praga, aprovechó la necesidad papal de una alianza política con el reino de Bohemia para negociar el privilegio de pobreza para su monasterio y crear un hospital para pobres en Praga.

Los esfuerzos de Clara e Inés acabaron dando sus frutos, ya que el Papa Inocencio IV aprobó una Regla franciscana para mujeres con el privilegio de pobreza en su centro en el lecho de muerte de Clara en 1253. Sólo dos años después, Clara fue canonizada, y las Clarisas -como llegaron a ser conocidas- continúan hoy como comunidades contemplativas y activas dedicadas a los mismos ideales que inspiraron a Francisco y Clara.

El Privilegio de la Pobreza no sólo aporta una nueva visión de la historia franciscana, sino que también la redefine. Ya no podemos considerar el franciscanismo primitivo como una historia principalmente masculina. Las mujeres franciscanas fueron cortejadas por sus hermanos y por el papado por su contribución esencial al movimiento franciscano primitivo.