El principio de todas las cosas: Ciencia y religión

Opiniones de los lectores

El principio de todas las cosas» de Hans Küng explora la relación entre ciencia y religión, argumentando que ambas pueden coexistir y complementarse. El libro analiza diversos conceptos científicos, como el Big Bang y la evolución, al tiempo que aborda cuestiones teológicas sobre la existencia de Dios, el libre albedrío y la compatibilidad de la fe con los descubrimientos científicos modernos.

⬤ Exploración perspicaz de la interacción entre ciencia y religión.
⬤ Presenta una base racional para creer en Dios respetando los descubrimientos científicos.
⬤ Estilo de escritura atractivo que hace accesibles los temas complejos.
⬤ Aclara conceptos erróneos sobre el debate ciencia/religión.
⬤ Fomenta la apertura mental y el pensamiento crítico.

⬤ Algunos lectores pueden encontrar el libro demasiado técnico o complejo.
⬤ Puede que no todos estén de acuerdo con las opiniones de Küng sobre conceptos teológicos tradicionales.
⬤ La profundidad del libro puede dificultar su lectura a quienes no tengan formación filosófica o científica.

(basado en 30 opiniones de lectores)

Título original:

The Beginning of All Things: Science and Religion

Contenido del libro:

Traducido por John Bowden.

En una época en la que la fe y la ciencia parecen chocar constantemente, ¿pueden los teólogos y los científicos llegar a un acuerdo? Sí, sostiene el intrépido Hans Kung, que defiende aquí con brillantez que la religión y la ciencia no se excluyen mutuamente, sino que se complementan.

Centrándose en los comienzos -los comienzos del tiempo, del mundo, del hombre, de la voluntad humana-, Kung aborda toda una serie de preceptos y enseñanzas científicas. Desde la teoría del campo unificado hasta la física cuántica, pasando por el Big Bang, la teoría de la relatividad e incluso las teorías de las supercuerdas y del caos, Kung examina todas las teorías relativas al comienzo del universo y de la vida (de todo tipo) en ese universo.

Kung trata de conciliar la teología con los últimos descubrimientos científicos, sosteniendo que -un modelo de confrontación para la relación entre ciencia y teología está anticuado, tanto si lo plantean creyentes y teólogos fundamentalistas como científicos y filósofos racionalistas. - Aunque acepta la evolución tal como la describen los científicos, sigue manteniendo el papel de Dios en la creación de las leyes de la naturaleza por las que evolucionó la vida y en facilitar la aventura de la creación.

Mostrando poca paciencia por los científicos que no ven más allá de los límites de su disciplina o por los creyentes que intentan decir a los expertos cómo debieron ser las cosas, Kung reta a los lectores a pensar más profundamente sobre los comienzos para facilitar un nuevo comienzo en el diálogo y el entendimiento.