El pastor de Hermas

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Título original:

The Pastor of Hermas

Contenido del libro:

El Pastor de Hermas es una obra literaria cristiana del siglo I o II, considerada un libro valioso por muchos cristianos, y considerada escritura canónica por algunos de los primeros padres de la Iglesia, como Ireneo. El Pastor o "El Pastor de Hermas" tuvo gran autoridad en los siglos II y III. Estaba encuadernado como parte del Nuevo Testamento en el Codex Sinaiticus, y figuraba entre los Hechos de los Apóstoles y los Hechos de Pablo en la lista estilométrica del Codex Claromontanus.

La obra comprende cinco visiones, doce mandatos y diez parábolas. Se basa en la alegoría y presta especial atención a la Iglesia, llamando a los fieles a arrepentirse de los pecados que la han perjudicado.

El libro fue escrito originalmente en Roma, en lengua griega, pero poco después se hizo una traducción al latín. Sólo se ha conservado íntegra la versión latina; de la griega falta aproximadamente la última quinta parte.

El pastor es uno de los significados que probablemente se atribuyó a algunas figurillas del Buen Pastor, así como un símbolo de Cristo, o un kriophoros pagano tradicional.

El libro consta de cinco visiones concedidas a Hermas, un antiguo esclavo. Le siguen doce mandatos o mandamientos y diez similitudes o parábolas. Comienza bruscamente en primera persona: "El que me educó me vendió a una tal Roda, que estaba en Roma. Después de muchos años volví a encontrarla y empecé a amarla como a una hermana". Cuando Hermas se dirigía a Cumas, tuvo una visión de Roda. Ella le dijo que era su acusadora en el cielo, a causa de un pensamiento impúdico que el narrador (casado) había tenido una vez con respecto a ella, aunque sólo de pasada. Debía pedir perdón para sí mismo y para toda su casa. Le consuela una visión de la Iglesia en forma de mujer anciana, débil y desvalida por los pecados de los fieles, que le dice que haga penitencia y corrija los pecados de sus hijos. Después la ve rejuvenecida por la penitencia, pero arrugada y con el pelo blanco; luego, de nuevo, como muy joven, pero todavía con el pelo blanco; y, por último, se muestra gloriosa como una Novia.