Puntuación:
El libro de David Alan Black, «El paradigma de Jesús», anima a los lectores a un discipulado radical, haciendo hincapié en la necesidad de volver a seguir el ejemplo de humildad y servicio de Jesús, basándose en los anabaptistas como ejemplos históricos. Aunque el libro ha sido elogiado por sus profundas ideas y su escritura accesible, ha sido criticado por su falta de apoyo bíblico sólido y por tergiversar potencialmente las prácticas eclesiásticas modernas.
Ventajas:El libro ofrece una profunda exploración del discipulado radical, fomenta la responsabilidad personal en el ministerio y presenta ideas que invitan a la reflexión y que desafían los paradigmas tradicionales. El estilo de Black es lúcido y accesible, y resulta atractivo tanto para académicos teólogos como para lectores laicos. A muchos les ha parecido una obra transformadora que inspira la reflexión y la acción.
Desventajas:Los críticos sostienen que el libro hace un mal uso de las Escrituras y se basa excesivamente en el modelo anabautista, lo que puede dar lugar a opiniones desequilibradas sobre las prácticas eclesiásticas. Se plantearon algunas dudas sobre la credibilidad del autor debido a su afiliación a un seminario bautista del sur, al tiempo que se criticaba su estructura. Además, algunos lectores señalaron que las referencias a figuras políticas desvirtuaban el mensaje principal.
(basado en 8 opiniones de lectores)
The Jesus Paradigm
La Iglesia está desorganizada. Teólogos y comentaristas hablan de la desaparición del evangelicalismo.
¿Son alarmistas? ¿Está muriendo el cristianismo tal como lo conocemos? El escritor, erudito, profesor y misionero Dr. David Alan Black piensa que la respuesta no está en la política de la izquierda o de la derecha. De hecho, no cree que Jesús nos diga cuál debe ser nuestra política.
No ve respuestas en el nacionalismo cristiano. Pero aún más, ve graves defectos en la propia estructura de nuestras iglesias y denominaciones que nos impiden ser verdaderamente obedientes al Evangelio.
La solución no está en la renovación, ni en el renacimiento, ni siquiera en la reforma, sino más bien en la restauración: la restauración de la Iglesia organizada tal como Jesús la concibió y según el ejemplo proporcionado por las primeras fuentes eclesiásticas del Nuevo Testamento. Para que la iglesia y sus miembros vuelvan a ser verdaderos siervos de Jesucristo, tenemos que cambiar todo nuestro paradigma: el paradigma de Jesús.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)