Puntuación:
El libro «El paciente de la habitación nueve dice que es Dios», del Dr. Louis Profeta, presenta una colección de viñetas breves e impactantes que reflejan sus experiencias como médico de urgencias, haciendo hincapié en temas de humanidad, espiritualidad y la naturaleza a menudo humorística pero conmovedora de la vida. Los lectores aprecian la sincera narración del autor y sus reflexiones, que evocan una serie de emociones que van desde la risa a la contemplación.
Ventajas:Para muchos lectores, la obra es conmovedora, humorística e invita a la reflexión. El libro es fácil de leer gracias a la brevedad de sus capítulos, lo que permite al lector estudiar el material a su propio ritmo. Los lectores destacaron la capacidad de la autora para transmitir empatía y comprender la condición humana, lo que la hace comprensible para un público amplio. El estilo narrativo es elogiado por ser genuino y conversacional, lo que lleva a profundas reflexiones sobre la vida y la espiritualidad.
Desventajas:Algunos lectores opinan que el libro carece de una narrativa coherente y lo ven como una colección de viñetas dispares en lugar de una historia unificada. En algunas reseñas se mencionan problemas de corrección y el deseo de una mayor profundidad en algunos relatos. Además, hubo críticas sobre la desconexión percibida del autor con los retos médicos del mundo real, así como una preocupación por sus puntos de vista sobre la atención al paciente y los prejuicios de género, lo que hizo que algunos lectores se sintieran incómodos.
(basado en 208 opiniones de lectores)
The Patient in Room Nine Says He's God
Un joven médico judío reza a la Virgen de una paciente en coma en Nochebuena, sólo para que la mujer despierte de repente; está la voz que le dice a un médico de urgencias demasiado ocupado que impida que un paciente salga caminando, descubriendo un émbolo que le habría matado.
El fallecimiento a altas horas de la noche de una tía muy querida convoca a un matón de la infancia que aparece minutos después, tras veinticinco años, para ser perdonado y curar a un médico destrozado. Este médico de urgencias encuentra el opuesto de Dios en: los moratones de un niño maltratado cubiertos por maquillaje, un paciente moribundo cuyo hijo aparece por fin al final para reclamar las zapatillas altas del hombre, los pacientes ricos o famosos cargados de medicamentos recetados por médicos amigos que acaban siendo adictos.
Pero, su verdadera indignación se dirige a nuestro trato displicente de los ancianos, Si pones una sonda de gastrostomía a tu madre de 80 años con Alzheimer porque ya no come, probablemente tendrás una vía rápida al infierno.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)