El oro de los tontos: Decadencia y caída del capitán John Sutter de California

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Título original:

Fool's Gold: The Decline and Fall of Captain John Sutter of California

Contenido del libro:

Sutter, el padre de California, es una de las figuras más enigmáticas de la historia del Oeste. Con Fool's Gold, el famoso historiador californiano Richard Dillon (Wells, Fargo Detective, Embarcadero) da vida a la historia del inmigrante suizo John A.

Sutter. A través de una ruta tortuosa, John Sutter llegó a Yerba Buena -la actual San Francisco- el 1 de julio de 1839. En aquella época, el territorio contaba con una población de sólo 1.000 europeos, en contraste con los 30.000 nativos americanos.

En aquel momento formaba parte de México y el gobernador, Juan Bautista Alvarado, le concedió permiso para establecerse; para poder optar a una concesión de tierras, Sutter se convirtió en ciudadano mexicano el 29 de agosto de 1840, tras un año en el asentamiento provincial.

Se identificó como "Capitán Sutter de la Guardia Suiza". Al año siguiente, el 18 de junio, recibió el título de propiedad de 48.827 acres.

Sutter llamó a su asentamiento Nueva Helvecia, o "Nueva Suiza", en honor a su tierra natal, siendo "Helvetia" el nombre latino de Suiza. Sutter empleó a nativos americanos de las tribus miwok y maidu, kanakas y europeos en su complejo, al que llamó Fuerte de Sutter; tenía la visión de crear una utopía agrícola, y durante un tiempo el asentamiento fue de hecho bastante grande y próspero. Durante un tiempo fue el destino de la mayoría de los inmigrantes que se dirigían a California, incluido el malogrado grupo de los Donner, para cuyo rescate Sutter contribuyó con suministros.

En 1848 se descubrió oro cuando James W. Marshall y Sutter iniciaron la construcción del aserradero de Sutter en Coloma, junto al río American. El intento de Sutter de mantener el silencio fracasó cuando el comerciante y editor de periódicos Samuel Brannan regresó de Sutter's Mill a San Francisco con el oro que había adquirido allí y empezó a dar publicidad al hallazgo.

Masas de gente invadieron la tierra y destruyeron casi todo por lo que Sutter había trabajado. Sin embargo, para no perderlo todo, Sutter cedió las tierras que le quedaban a su hijo, John Augustus Sutter, Jr.

El joven Sutter, que había llegado de Suiza y se unió a su padre en septiembre de 1848, vio las posibilidades comerciales de la tierra y enseguida empezó a planear la construcción de una nueva ciudad a la que llamó Sacramento, en honor al río Sacramento. El mayor de los Sutter se resintió profundamente porque había querido que la localidad se llamara Sutterville en su honor y que se construyera cerca de sus dominios de Nueva Helvetia. Finalmente, Sutter renunció a Nueva Helvecia para pagar la última de sus deudas.

El gobernador de California le envió una carta de presentación al Congreso de los Estados Unidos.

Se trasladó a Washington D. C. a finales de 1865.

Poco después del asesinato de Abraham Lincoln, John Sutter y su esposa se trasladaron a Lititz, Pensilvania (1871). Pero John hacía viajes de vuelta a Washington de vez en cuando. John Sutter murió en una habitación de hotel de Washington D.

C. el 18 de junio de 1880.