El Ornitorrinco Espía: Una fantasía de animales de Tasmania

Título original:

The Platypus Spy: A Tasmanian Animal Fantasy

Contenido del libro:

Un ornitorrinco se pone en camino a través del estrecho de Bass hacia el estado insular de Tasmania, con el objetivo de recuperar parte de la piedra Ayerstone de la antigua prisión de convictos de Port Arthur. Esta piedra mágica ha hecho que ciertos animales aumenten de tamaño, y Preston pronto se encuentra con muchos peligros y obstáculos. Los océanos están plagados de tiburones, rayas eléctricas y calamares gigantes, mientras que Tasmania ha sido invadida por feroces demonios que causan estragos entre los quolls y otros marsupiales autóctonos, gobernando desde su base en lo alto de la aislada Montaña Cradle. La mitad de la isla pertenece a los depredadores tilacinos, que salieron de sus escondites en el bosque años atrás y conquistaron la capital y las tierras circundantes. Ambos dasiúridos han formado crueles sociedades extremistas. Preston el ornitorrinco debe encontrar un camino entre estos carnívoros, utilizando sus habilidades para mantenerse encubierto, mientras busca nuevas alianzas y se topa con otros peligrosos enemigos.

El ornitorrinco semiacuático nada por cursos de agua muy contrastados, desde los bravos rápidos del Franklin hasta la serenidad del lago Pedder junto a su playa de cuarcita. Visita pecios submarinos llenos de caballitos de mar, además de jardines de esponjas y bosques de algas con guaridas de dragones marinos. Los hermosos ríos de Tasmania también están habitados por cangrejos de río, truchas, peces de mano y galaxias, con sus propias motivaciones, instintos y agendas. Otras criaturas extrañas y misteriosas habitan en lugares remotos, como gusanos de terciopelo, pseudoescorpiones, stygobites, grillos, gatos tigre, búhos y una avifauna más singular a la que el ornitorrinco tiene que enfrentarse de diferentes maneras.

A medida que Preston explora, descubre que el fragmento perdido de Ayerstone puede haber causado una extraña magia que afecta a lugares salvajes, como un intrincado laberinto cerca del lago St. Clair y un caldero burbujeante en el río Franklin. Su búsqueda le lleva a muchos lugares pintorescos de zonas salvajes remotas: la escarpada Overland Track, cuevas de brillantes gusanos incandescentes en Marakoopa, bosques de antiguos pinos de Huon y los elevados acantilados marinos de dolerita de la península de Tasmania. En varios pueblos, las estructuras humanas ofrecen sus propios retos y dificultades, como una profunda mina de oro abandonada o un almacén de cajas de manzanas en el muelle de Beauty Point. También busca pistas en las ciudades de Hobart y Launceston, visitando estructuras tomadas por animales: cervecerías, fábricas, campos de deportes, el parlamento estatal y otros edificios. Por último, debe rastrear el complejo carcelario de Port Arthur para lograr su objetivo de recuperar la Piedra de Ayers.