El niño que escucha: ¿Qué puede salir mal?

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Título original:

The Listening Child: What Can Go Wrong?

Contenido del libro:

La lucha por sobrevivir en las ruidosas aulas de hoy es real. El bajo rendimiento del niño lleva a menudo a las autoridades a ejercer una presión indebida sobre él, concluyendo con frecuencia que es perezoso o de escasa inteligencia, lo que ciertamente no es el caso.

El cerebro del niño es un órgano complejo de almacenamiento y recuperación, que exige que la información se reciba, almacene y organice adecuadamente a fin de poder recuperarla para un uso apropiado. El niño que procesa la información con normalidad en el aula está constantemente asignando significado a lo que se dice en ella. El cerebro es capaz de realizar estas funciones en milésimas de segundo siempre que tenga incorporado un dispositivo de filtrado de la atención que le ayude a procesar la información relevante y a filtrar o eliminar la que no lo es.

El niño que tiene dificultades de procesamiento no está equipado con la excelente capacidad de filtrado del niño de procesamiento normal. Su principal dificultad es aprender a través de un canal auditivo defectuoso.

A diferencia del oyente normal, no puede aprovechar al máximo lo que oye con fines académicos aunque su audición sea normal. Algo parece interceptar la información entre lo que oye con el oído normal y su descodificación por el cerebro. Permite la entrada de información relevante e irrelevante a la vez.

Debido también a las deficientes capacidades de almacenamiento y recuperación, esto se traduce en un funcionamiento receptivo, expresivo e integrador inadecuado por parte del niño. Es posible que a menudo le oiga decir al profesor: «Se me olvida» «¿Qué ha dicho?» «¿Podría repetirlo?» «No lo entiendo» El niño que escucha explica en términos sencillos lo que enseña y lo que los padres deben saber de la dificultad de este niño.