El mundo olvidado: Los asentamientos amurallados de la Escarpa de Mpumalanga

Opiniones de los lectores

El libro explora la importancia histórica de la civilización Bokoni y sus hazañas arquitectónicas en Sudáfrica, desmontando mitos sobre los antiguos alienígenas y destacando los logros de los nativos africanos. Aporta datos sobre las ruinas de piedra y las prácticas agrícolas que se han pasado por alto.

El libro presenta hechos históricos bien documentados sobre la civilización bokoni, cuestiona los estereotipos sobre las capacidades africanas en agricultura y construcción, y proporciona una comprensión más clara de la importancia de las ruinas sudafricanas.

A algunos lectores puede distraerles el hecho de que se centre en desmentir mitos sobre los antiguos alienígenas, y puede que se recurra a fuentes externas para ampliar el contexto.

(basado en 2 opiniones de lectores)

Título original:

Forgotten World: The Stone-Walled Settlements of the Mpumalanga Escarpment

Contenido del libro:

A través de una exhaustiva investigación arqueológica y bellas imágenes, Forgotten World ofrece nuevas perspectivas sobre la elaborada civilización de piedra del pueblo koni. Mundo olvidado desafía los estereotipos habituales sobre los atrasados métodos agrícolas africanos y demuestra que estos asentamientos vivieron su apogeo entre 1500 y 1820, que albergaban una población considerable, organizaban grandes cantidades de mano de obra para el desarrollo de infraestructuras y mostraban niveles extraordinarios de innovación y productividad agrícola.

Los koni formaban parte de un sistema comercial vinculado a la costa de Mozambique y al mundo más amplio del comercio del Océano Índico. Mundo olvidado cuenta la historia de Bokoni a través de una rigurosa investigación histórica y arqueológica, y la ilustra profusamente con impresionantes imágenes fotográficas. Si se conduce por Mpumalanga con la vista puesta en el paisaje que pasa a toda velocidad, se pueden ver, cerca de los lados de la carretera y más lejos, en las colinas de arriba y en los valles de abajo, fragmentos de construcciones en piedra, así como secciones de muros de piedra que rompen la cubierta de hierba.

Un sinfín de círculos de piedra, dispuestos en desconcertantes laberintos y unidos por largos pasadizos de piedra, cubren el paisaje que se extiende desde Ohrigstad hasta Carolina, conectando más de 10.000 kilómetros cuadrados de la escarpa en una compleja red de caseríos con muros de piedra, campos en terrazas y caminos que los unen. Las tradiciones orales registradas a principios del siglo XX llamaban a la zona Bokoni, el país de los koni.

Pocos sudafricanos o visitantes del país saben mucho sobre estos asentamientos y por qué hoy están desiertos y en gran parte ignorados. Una larga tradición de trabajos arqueológicos que podría aportar algunas de las respuestas permanece enclaustrada en las universidades y el vacío de conocimientos se ha llenado con una variedad de explicaciones exóticas -que invocan a antiguos colonos de la India o incluso a visitantes del espacio exterior- que comparten la suposición común de que los africanos eran demasiado primitivos para haber creado estructuras de piedra tan elaboradas.