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El ministerio cristiano, de Charles Bridges, se considera una lectura esencial para cualquiera que se dedique a la pastoral cristiana. El libro, publicado por primera vez en 1830, contiene profundas reflexiones sobre la naturaleza del ministerio, el carácter de los ministros y la importancia de la devoción personal y la predicación eficaz. Aunque muchos críticos elogian su rico contenido teológico y sus consejos prácticos, también señalan problemas relacionados con su estilo inglés antiguo y la calidad de producción de algunas ediciones.
Ventajas:⬤ Profundamente perspicaz y teológicamente sólido, aporta claridad sobre el auténtico ministerio cristiano.
⬤ Valioso para la formación de futuros pastores, muchos lo recomiendan como lectura esencial.
⬤ Fomenta el crecimiento personal en carácter y eficacia ministerial.
⬤ Ofrece un análisis exhaustivo de las causas de la ineficacia ministerial.
⬤ Disponible en formatos digitales con contenido apreciable.
⬤ Escrito en un inglés antiguo que puede resultar difícil para los lectores modernos.
⬤ Algunas ediciones adolecen de mala calidad de producción, como ser copias escaneadas con texto emborronado e índices incompletos.
⬤ Algunas partes pueden contener material anticuado o menos relevante para los lectores contemporáneos.
⬤ Puede resultar difícil utilizarlo como referencia al carecer de un índice completo.
(basado en 21 opiniones de lectores)
The Christian Ministry: With an Inquiry into the Causes of Its Inefficiency
El clásico del pensamiento ministerial cristiano de Charles Bridges se presenta de nuevo al lector en esta magnífica edición, completa con las anotaciones del autor.
Para el autor, la curiosa constatación de que el ministerio fracasaba en muchos de sus deberes fundamentales era génesis suficiente para un libro. ¿Por qué se produjo este fracaso? ¿Se habían alejado los sacerdotes y ministros modernos de la tradición y la esencia de las creencias cristianas? ¿Eran frecuentes y cada vez más comunes las corrupciones del corazón? Estas preguntas se responden con una sinceridad inquebrantable: los seres humanos, incluidos los ordenados, tienen carencias que sólo pueden paliarse abriendo completamente el corazón a Dios.
Las últimas partes del texto se centran en los deberes esenciales del eclesiástico: predicar con el objetivo de unir a la congregación y a la comunidad en una creencia inquebrantable en el Señor no es una cuestión sencilla. Más bien descubrimos que es una práctica diversa.
El predicador no sólo debe incorporar aspectos de las verdades doctrinales y escriturales, sino ser sensible a las emociones de sus feligreses. Las virtudes de la fe, ya sea la celebración de la diligencia o la firmeza ante la adversidad, deben equilibrarse con las necesidades humanas de bienestar y satisfacción espiritual.
Otro elemento del deber ministerial es la labor pastoral en la comunidad local. Puede consistir en apelar a los incrédulos o infieles de la localidad, visitar a los enfermos o moribundos y ofrecer consuelo a sus familiares, y ser una fuente de consejo espiritual. El ministro debe estar alerta para evitar que los miembros de una comunidad renuncien gradualmente a sus creencias en Dios.
Bridges, un hombre de Dios de toda la vida, se educó en el Queens' College de Cambridge. Graduado con honores, ingresó en el ministerio y pasó décadas como vicario en Old Newton (Suffolk) y, más tarde, en Weymouth (Dorset). Además de sus obligaciones pastorales, profundizó en la Biblia y otros textos antiguos, convirtiéndose en un teólogo de gran reputación. El célebre predicador del siglo XIX C. H. Spurgeon, popular en vida por sus comentarios a las Escrituras, declaró que una de las obras de Bridges "valía su peso en oro".
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)