Puntuación:
El libro es una traducción muy bien recibida de un bestiario del siglo XII, alabado por su interesante contenido, sus bellas ilustraciones y su divertido estilo de redacción. Sirve tanto de documento histórico como de fuente de inspiración, a pesar de algunas inexactitudes en sus descripciones de los animales.
Ventajas:Contenido interesante y bien escrito, excelentes ilustraciones, estilo de redacción humorístico y atractivo, muy recomendable para los interesados en la tradición y la biología medievales, buen recurso para el arte y la inspiración creativa.
Desventajas:Contiene errores y afirmaciones fantásticas sobre animales que carecen de base científica, puede no ser adecuado para una investigación académica seria, y algunos lectores lo encontraron diferente a sus expectativas.
(basado en 19 opiniones de lectores)
The Book of Beasts: Being a Translation from a Latin Bestiary of the Twelfth Century
Si una serpiente traga la saliva de un hombre que ayuna, muere. Los árboles talados en la estación equivocada crían termitas. Si se ahogan anguilas en vino, los que lo beben sienten aversión al licor.
Estas y otras fantasías similares eran artículos de fe en el siglo XII, la época del fascinante bestiario en prosa latina que se traduce en este volumen. El traductor es T. H. White, autor de The Once and Future King y destacado medievalista. Sobre El libro de las bestias, White escribe: "Nunca antes se había impreso un bestiario en prosa latina, ni siquiera en latín. Ésta es la primera y única traducción inglesa impresa".
El bestiario fue un éxito de ventas en la Edad Media, una especie de historia natural y estudio zoológico que pretendía describir los animales del mundo y señalar los rasgos humanos que ejemplificaban. Combinando lo sorprendentemente preciso con lo entrañablemente fantasmagórico, los bestiaristas presentaban una desconcertante variedad de criaturas reales y exóticas. El comportamiento o los atributos de los animales servían a menudo de metáfora para enseñar preceptos religiosos, morales y políticos.
Además de una multitud de mamíferos, aves, reptiles y peces reales, descritos aquí con diversos grados de exactitud zoológica, el bestiarista presenta un enjambre de seres fantásticos que se cree que rondaban la Edad Media: la mantícora, una criatura con cara de hombre, cuerpo de león y un voraz apetito por la carne humana; el dragón o draco, la serpiente más grande y la encarnación del Diablo; el anfibio, un pez que podía caminar por tierra y nadar en el mar; el jaculus, una serpiente voladora; el familiar ave fénix; el grifo; y otra fauna exótica. Gran parte del encanto de esta edición reside en las copiosas notas a pie de página recopiladas por T. H. White. Con inmensa erudición, ingenio, gracia y una singular falta de condescendencia, el autor ilumina aspectos literarios, científicos, históricos, lingüísticos y otros del catálogo del bestiario. Además, enriquece el volumen con debates informativos sobre la historia del bestiario desde sus orígenes en remotas tradiciones orales; pasando por Heródoto, Plinio y Aristóteles; durante el periodo medieval y el Renacimiento; y hasta los Errores Vulgares de Sir Thomas Browne (1646). A la vez divertido y sorprendente, El libro de las bestias no es sólo un rico estudio de la protozoología en la que se basa gran parte de nuestra ciencia posterior, sino también un revelador examen ilustrado de cómo el hombre precientífico percibía a las criaturas de la Tierra.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)