El legado ecológico revolucionario de Herbert Marcuse: El proyecto ecosocialista EarthCommonWealth

Título original:

The revolutionary ecological legacy of Herbert Marcuse: The Ecosocialist EarthCommonWealth Project

Contenido del libro:

El autor apela a las energías de quienes participan en un amplio abanico de luchas contemporáneas por la justicia social, como el ecosocialismo, el antirracismo, el movimiento feminista, los derechos LGBTQ y las fuerzas antibelicistas. Como contrapartida dialéctica del Gran Rechazo de Marcuse, el libro, que culmina con el "EarthCommonWealth Project", se centra en aquello por lo que luchamos, no sólo contra lo que luchamos.

El autor sostiene que hoy es preciso contrarrestar las fuerzas políticas regresivas, y que la mejor forma de hacerlo es mediante la colaboración radical en torno a un programa que reconozca las necesidades económicas y políticas básicas de las diversas comunidades subalternas. La negación del sistema debe convertirse en un nuevo interés general. El autor analiza las principales ideas éticas de las fuentes filosóficas africanas, la filosofía indígena americana y la filosofía feminista radical.

Las primeras enseñanzas éticas de la humanidad se encuentran en los antiguos proverbios africanos. Posteriormente, éstos sirvieron también como crítica del colonialismo y el neocolonialismo. Las fuentes indígenas americanas, largo tiempo ocultas, ofrecen una crítica filosófica y política de los valores económicos y culturales eurocéntricos.

También ofrecen una comprensión del lugar de la humanidad en la naturaleza y del liderazgo de las mujeres, y dan fe de modos de comunidad cooperativos e igualitarios. La antropología feminista aporta un contexto histórico para comprender los orígenes del patriarcado y cómo superar el poder dominador para adoptar nuevas formas de poder asociativo. El libro prevé el desplazamiento y la trascendencia de la oligarquía capitalista como tal, no simplemente de sus componentes más bestiales y destructivos.

Se trata de una alternativa económica verde porque su visión ecológica considera a todos los seres vivos y a su entorno terrenal no vivo como una comunidad global capaz de una coexistencia digna y deliberada. Busca un nuevo sistema de producción ecológica, distribución igualitaria, propiedad compartida y gobernanza democratizada, que tenga su fundamento en la ética de la productividad asociativa con un compromiso ecosocialista y humanista de vivir nuestras vidas en el planeta de forma coherente con las formas más honorables y estéticas de realización social y política del ser humano.