El lavado de cerebro: su historia, su uso por parte de los regímenes comunistas totalitarios y las historias de soldados y cautivos estadounidenses y británicos que desafiaron a los gobiernos comunistas.

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Título original:

Brainwashing: Its History; Use by Totalitarian Communist Regimes; and Stories of American and British Soldiers and Captives Who Defi

Contenido del libro:

El veterano de la agencia de inteligencia y periodista Edward Hunter comparte las experiencias de hombres a los que entrevistó y que fueron sometidos a un lavado de cerebro como prisioneros en sociedades comunistas totalitarias.

Este libro, una exposición impactante pero informativa de la historia y las técnicas de lavado de cerebro por parte de los servicios militares y de seguridad comunistas, comienza ahondando en los orígenes de esta práctica. Ivan Pavlov, célebre científico de la Unión Soviética, fue un cómplice involuntario del proceso: sus experimentos con animales y los descubrimientos que realizó en ellos constituirían la base de los métodos de encarcelamiento e interrogatorio utilizados en múltiples estados comunistas. El objetivo de estos procedimientos era quebrar el ego de una persona y reconstruirlo en forma de partidario inquebrantable de la ideología comunista.

Capítulo a capítulo, se nos ofrece una guía detallada de las manipulaciones físicas y mentales que componen el lavado de cerebro. Esta información se apoya en múltiples entrevistas y relatos de prisioneros que vivieron para contar sus calvarios. Algunos de estos hombres son intelectuales, perseguidos por sus proezas mentales, mientras que otros son soldados capturados. Muchos conservaron la cordura descubriendo formas de subvertir el proceso: las duras entrevistas, repletas de amenazas, fueron rechazadas. En resumen, el libro de jugadas del lavador de cerebros muestra sus defectos y debilidades.

Aunque el tema es por naturaleza sombrío y oscuro, la narración de Edward Hunter se intercala con relatos humorísticos. Las experiencias de los prisioneros de guerra británicos y estadounidenses durante la guerra de Corea son humorísticas; para desconcierto de sus guardias, los hombres fingían locura y fingían alucinaciones, ya fuera por tener una novia ilusoria o montar en una bicicleta inexistente. El sentimiento de camaradería contribuyó en gran medida a fortalecer la determinación de estos soldados, a pesar de las adversas condiciones de su campamento.