El juego de las siete letras

Título original:

The Seven Letter Word Game

Contenido del libro:

Clayton suscribe la idea de que un artista puede traducir cualquier actividad en una obra de arte. Sus dibujos de siete letras son un ejemplo. Tiene muchos más.

Criado en Calgary (Canadá), Clayton supo desde muy pronto que quería ser artista. Conoció a Elsa Rensaa en el Alberta College of Art and Design en 1972 y desde entonces han estado juntos. Ese fue el año en que Elsa le regaló su primera cámara.

En 1979 se trasladaron a Nueva York para trabajar en un taller de grabado. Clayton realizó con éxito exposiciones individuales de escultura en el Soho, el epicentro del mundo del arte en aquella época, y su obra se vendió a buenas colecciones, entre ellas el Museo de Brooklyn. Pero él y Elsa se sentían como extraños en el Soho de los años 80, mercantilizado, corporativo y lleno de celebridades. Se retiraron y desde entonces hacían arte a su manera, animando a los demás a hacer lo mismo.

Al principio vivieron en Broome Street, luego en Bowery; más tarde, en 1983, compraron el pequeño edificio del 161 de Essex Street, en el Lower East Side. Vivían en el segundo piso, encima de una tienda de costura hispana. "Comparado con el Soho, el Lower East Side nos pareció totalmente liberador", ha escrito. "Podías ser quien quisieras, hacer lo que quisieras. Nadie te lo iba a impedir. Todo el mundo estaba en el mismo barco". Elsa ha dicho que era como Disneylandia para nosotros, todo nuevo e interesante".

Seguir su propio camino significaba inventar formas de ganarse la vida mientras hacían arte. ¿Sabes que todo el mundo lleva una gorra de béisbol? Elsa y Clayton tienen gran parte de responsabilidad en ello. A mediados de los 80, Elsa empezó a bordar los diseños de Clayton en gorras de béisbol, inventando una nueva forma de arte y moda: la gorra Clayton. A medida que más y más celebridades las llevaban -Mick Jagger, Matt Dillon, David Hockney, Rob Reiner-, la prensa de moda se hizo eco de la moda, y pronto tuvieron una próspera industria artesanal que fue una importante fuente de ingresos para ellos.

"Mi trabajo y mi vida, cómo vivo y qué hago, son partes de mi viaje de artista", dice Clayton. "Transformamos esas gorras de béisbol en pequeñas esculturas, y eran tan obras de arte como cualquier escultura de una galería de arte".

En 2021, las imágenes de Clayton volverían a ponerse de moda, ya que una línea Supreme de gorras, chaquetas, camisas y vaqueros diseñados por Clayton se agotó prácticamente de la noche a la mañana.

Los ingresos de Clayton Hats le daban tiempo para pasear por el barrio y hacer fotos. Se convirtió en un documentador obsesivo y omnipresente de la vida del Lower East Side. Ha tomado cientos de miles de fotos, recopilando un archivo único en el que se pueden encontrar Crips y Bloods, moteros, grupos de drogadictos, drag queens, vagabundos y prostitutas, punks y excéntricos, artistas y montones y montones de chavales del barrio, en su mayoría latinos. Hizo posar a muchos de sus retratados ante la puerta de su casa, repleta de grafitis, y empezó a colgar algunas de estas fotos en el escaparate que había junto a la puerta, conocido en el barrio como el Salón de la Fama. También reunió una colección de objetos efímeros del barrio, como bolsas de heroína que recogía en la calle, pegatinas de grafitis que arrancaba de las paredes, libros, artículos, carteles, postales y flashes de tatuajes, muchos de ellos raros.

Fotografiando en el Pyramid Club a mediados de los ochenta, conoció a Nelson Sullivan, que le introdujo en el uso de la cámara de vídeo de mano, nueva tecnología en aquella época. El vídeo abrió una nueva dimensión en su documentación de la vida del Lower East Side. Entre la fotografía y la videografía cubrió todos los aspectos de la acción del barrio: consumo de drogas, redadas antidroga, actuaciones policiales, incendios, marchas, protestas, disturbios, arte y artistas, drag queens, recitales de poesía, reuniones de la junta directiva de la comunidad, encuentros sociales, judaica y sinagogas, Hari Krishnas, tatuajes, grupos musicales, actuaciones, ferias callejeras, portales, etc.