Puntuación:
El libro «El hombre no nació para llorar», de Joel Goldsmith, es muy elogiado por sus enseñanzas transformadoras e inspiradoras sobre la espiritualidad y la conciencia. Atrae tanto a principiantes como a avezados buscadores espirituales, pues aporta ideas que desafían las creencias convencionales y promueven una comprensión más profunda de uno mismo y de la naturaleza de Dios. Los lectores lo han descrito como una lectura que cambia la vida e inspira el crecimiento personal y la contemplación.
Ventajas:Enseñanzas transformadoras, escritura clara y accesible, motivador para los viajes espirituales, altamente inspirador, refuerza los principios de la espiritualidad, fomenta la contemplación profunda, adecuado tanto para principiantes como para lectores experimentados dentro del Camino Infinito.
Desventajas:Algunos lectores pueden encontrar el contenido desafiante o chocante, sobre todo si son nuevos en la obra de Goldsmith. Algunas reseñas sugieren que, aunque el libro es impactante, puede que no ofrezca ideas únicas en comparación con otros escritos de Goldsmith.
(basado en 26 opiniones de lectores)
Man Was Not Born to Cry
La eterna búsqueda del hombre por conocerse y realizarse exige una expansión continua de la conciencia. La conciencia, el secreto de la vida, determina las experiencias del hombre.
El descubrimiento de este secreto es el objetivo primordial de la presencia del hombre en el mundo. En el camino místico, se aprende que el objetivo en la vida es liberar el alma de la tumba de la existencia humana, más especialmente de la tumba de la mente humana. Si queremos experimentar el alma, tenemos que romper las limitaciones del cuerpo y de la mente.
La razón por la que este reino del alma es tan poco conocido es que se habla de Dios como Dios sin darse cuenta de que Dios es el alma del hombre. El propósito del hombre es mostrar la naturaleza de Dios.
El hombre fue concebido originalmente para ser el instrumento a través del cual, o como el cual, Dios vive en la tierra. El hombre es la gran gloria de Dios. El hombre no estaba destinado a llorar, y todas sus lágrimas se derraman sólo por un sentimiento de limitación.
Cada lágrima que derramas es una prueba de que experimentas alguna forma de limitación en tu vida. El hombre no nació para llorar.
© Book1 Group - todos los derechos reservados.
El contenido de este sitio no se puede copiar o usar, ni en parte ni en su totalidad, sin el permiso escrito del propietario.
Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)