Puntuación:
El hombre busca a Dios», de Eric Weiner, es una exploración humorística y sugerente de diversas prácticas religiosas en todo el mundo, derivada de su búsqueda de comprensión espiritual desencadenada por una experiencia cercana a la muerte. El libro combina el relato de un viaje con las memorias personales, y narra sus interacciones con distintas religiones y personas en un tono desenfadado. Los lectores aprecian el ingenioso estilo narrativo de Weiner, aunque algunos critican la profundidad de su exploración religiosa y la autenticidad de su búsqueda.
Ventajas:El libro es entretenido, divertido y atractivo, y ofrece una visión desenfadada pero reflexiva de varias religiones. El estilo de Weiner es elogiado por su humor y su facilidad de lectura, que hacen accesibles temas complejos. Muchos lectores consideran que las experiencias y anécdotas de diferentes culturas son esclarecedoras y un buen punto de partida para debatir sobre espiritualidad.
Desventajas:Algunos críticos opinan que el libro carece de profundidad y sinceridad en su exploración de la espiritualidad, considerándolo superficial o excesivamente humorístico sin una contemplación seria. A los críticos les preocupa que Weiner roce la superficie de muchas religiones en lugar de ofrecer un análisis en profundidad, lo que provoca sentimientos de insatisfacción respecto a la autenticidad de su viaje espiritual.
(basado en 92 opiniones de lectores)
Man Seeks God: My Flirtations with the Divine
Cuando un susto de salud le lleva al hospital, Eric Weiner -agnóstico por defecto- se encuentra con una pregunta inesperada, que le plantea una enfermera bienintencionada. "¿Has encontrado ya a tu Dios? "La idea le atormenta, le incita y, en última instancia, le lanza a un lejano viaje para conseguirlo.
Weiner, "voyeur espiritual" desde hace mucho tiempo y viajero empedernido, se da cuenta de que, aunque ha estado al tanto de una amplia gama de prácticas religiosas, nunca ha considerado seriamente estos conceptos en su propia vida. Cara a cara con su propia mortalidad, y espoleado por la pregunta de qué principios espirituales impartir a su hija pequeña, decide corregir esta omisión, emprendiendo una exploración mundial de las religiones y esperando llegar, si puede, a una comprensión personal de lo divino.
El viaje que resulta es rico en perspicacia, humor y corazón. Dispuesto a todo para comprender mejor la fe y encontrar al dios o dioses que le hablan, viaja a Nepal, donde medita con lamas tibetanos y un tipo llamado Wayne. Viaja a Turquía, donde gira (no muy bien, según parece) con derviches sufíes. Se dirige a China, donde intenta desbloquear su chi; a Israel, donde estudia la Cábala, sin Madonna; y a Las Vegas, donde tiene un encuentro cercano con los raelianos (seguidores de la religión basada en ovnis más grande del mundo).
En cada parada del camino, Weiner aborda nuestras preguntas espirituales más acuciantes: ¿De dónde venimos? ¿Qué ocurre cuando morimos? ¿Cómo debemos vivir nuestras vidas? ¿Dónde están los calcetines que nos faltan? Con el ingenio y la calidez que le caracterizan, no deja piedra sin remover. En un momento en el que más estadounidenses que nunca eligen una nueva fe y en el que las cuestiones espirituales ocupan un lugar preponderante en la era moderna, El hombre busca a Dios presenta una perspectiva de la religión que sin duda deleitará, inspirará y entretendrá.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)