El Gran Lo Que Sea Americano

Opiniones de los lectores

The Great American Whatever, de Tim Federle, es una novela de madurez que entrelaza hábilmente los temas del duelo y la sexualidad a través de la historia de Quinn Roberts, un guionista adolescente que se enfrenta a la muerte de su hermana mientras navega por su identidad como homosexual. El libro ha sido elogiado por su humor, su profundidad emocional y la simpatía de sus personajes, aunque algunos lectores opinan que podría haber profundizado más en ciertos aspectos.

El personaje de Quinn está bien desarrollado y es fácil de entender, con una voz fuerte que a menudo resulta divertida y conmovedora. La escritura es inteligente y muestra la representación LGBT de una manera reflexiva. La narración equilibra humor y patetismo con eficacia, lo que la hace atractiva y emocionalmente impactante. También destaca por ser una lectura rápida y amena, que muchos consideran entretenida y significativa a la vez.

Algunos lectores consideraron frustrante la representación del dolor y el egocentrismo de Quinn, que eclipsa las experiencias de otros personajes. Además, algunas reseñas mencionaron que la trama parecía predecible o carecía de profundidad en ciertas áreas, y hubo sentimientos encontrados sobre la autenticidad de las relaciones románticas descritas.

(basado en 84 opiniones de lectores)

Título original:

The Great American Whatever

Contenido del libro:

Del galardonado autor de ¡Cinco, seis, siete, Nate! y Mejor Nate que nunca llega «un Holden Caulfield para una nueva generación» ( Kirkus Reviews, crítica con estrella).

Quinn Roberts es un sabelotodo de dieciséis años y aspirante a Hollywood cuya única preocupación solía ser escribir diálogos convincentes para las películas que hacía con su hermana Annabeth. Por supuesto, todo eso era antes... antes de que Quinn dejara de ir al colegio, antes de que su madre empezara a dormir en el sofá... y antes del accidente de coche que lo cambió todo.

Entra: Geoff, el mejor amigo de Quinn que insiste en que es hora de que Quinn salga... al menos de la hibernación. Un corte de pelo más tarde, Geoff arrastra a Quinn a su primera fiesta universitaria, donde en lugar de curar su dolor, conoce a un chico -bueno, a un tío bueno- y se enamora, y mucho. Lo que sigue es una semana al revés en la que Quinn empieza a imaginar su futuro como un guión que podría tener un final feliz para siempre, si es que por fin puede volver a protagonizar la historia de su propia vida.