El futuro de la justicia para los crímenes de guerra

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Título original:

The Future of War Crimes Justice

Contenido del libro:

De Rusia a la República Democrática del Congo, pasando por Myanmar, Chris Stephen reflexiona sobre el futuro del enjuiciamiento de los criminales de guerra que se creen intocables en este nuevo y oportuno libro, que forma parte de la serie FUTUROS de Melville House.

Todos conocemos demasiado bien los horrores de la guerra. A lo largo de la historia, se han establecido normas para regular la conducta bélica, con mayor o menor éxito. En la actualidad, la Corte Penal Internacional (CPI) de los Países Bajos es el primer tribunal permanente de crímenes de guerra del mundo, pero desde su apertura en 2002 sólo ha encarcelado a 4 personas. ¿Qué ha fallado?

El periodista y ex corresponsal de guerra Chris Stephen se adentra en la pintoresca historia de cómo se concibió el derecho de guerra, planteándose preguntas complicadas e importantes como:

⬤  ¿Qué constituye un crimen de guerra?

⬤ ¿Cómo y cuándo puede intervenir el derecho en el enjuiciamiento?

Hoy en día, la adhesión a la CPI es voluntaria. De los 193 Estados miembros de la ONU, 123 forman parte de la CPI. Pero la mayoría de los crímenes de guerra del mundo son cometidos por los otros 70. En pocas palabras, los gobiernos que cometen crímenes de guerra no se adhieren a la CPI, como Rusia, por ejemplo.

¿Cómo perseguir a los criminales de guerra? Siguiendo el dinero, argumenta Stephen, y persiguiendo a los bancos y empresas que permiten a los señores de la guerra. Funcionó con Al Capone, que fue encarcelado no por sus numerosos asesinatos, sino por no pagar sus impuestos. Lo mismo ocurrió con Milosevic: se dedicaron años a recopilar documentos para que los jueces pudieran demostrar que era él quien movía los hilos financieros.

Las empresas y los bancos se extienden por todo el mundo. Tanto las democracias como los dictadores dependen de ellos. El futuro de los tribunales de crímenes de guerra exige que ataquen a todos los facilitadores, ya lleven uniforme de combate o traje de tres piezas.