El fin de la era anglosajona y la llegada del Anticristo: Una nueva visión del fin de los tiempos - La 70ª semana de Daniel (Apocalipsis)

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Título original:

The End of the Anglo-Saxon Age and the Coming of the Anti-Christ: A New Look at the End Times - Daniel's 70th Week (Revelation)

Contenido del libro:

El Fin de la Era Anglosajona y la Venida del Anticristo describe la historia de la tierra tal y como la ilumina la Biblia, en particular el último cuarto de milenio y el Apocalipsis. Habrá unos 6.000 años de historia de la tierra antes de la semana final o septuagésima de Daniel de siete años bíblicos y luego el Sabbat milenario de Cristo.

Cada período de mil años corresponde aproximadamente con un día de la creación. Al final del sexto día milenario -es decir, los últimos 250 años- surgió el hombre representado por las naciones anglosajonas que son los descendientes de los dos hijos de José, que tenían las bendiciones de la primogenitura de Dios, que serían enormes. Jacob profetizó que su nieto menor se convertiría en una multitud de naciones, seguido por el nieto mayor que se convertiría en una gran nación.

Durante este tiempo, Gran Bretaña se hizo grande, produciendo Canadá, Australia y Nueva Zelanda. Gran Bretaña tuvo una vibrante población cristiana a partir de finales de la década de 1780, y los comienzos de Estados Unidos fueron claramente cristianos. Nunca dos naciones han sido tan bendecidas.

Cuando la evolución finalmente suplantó al Dios de la Biblia, Gran Bretaña perdió su Imperio. Dios entonces levantó a América hasta que ella, también, siguió el camino descendente de Gran Bretaña. Según la Biblia, los anglosajones deben volver a Israel.

Por lo tanto, el nivel de vida tanto en Estados Unidos como en Gran Bretaña pronto debe disminuir rápidamente y, al mismo tiempo, Israel debe convertirse en un destino mucho más deseable; Israel debe destruir a sus enemigos circundantes, lo cual detalla la Biblia. Sin embargo, estas grandes victorias sólo ponen en marcha la Gran Tribulación de 1.260 días, que terminará con el regreso de Cristo.