El ferrocarril en Peak District: Una historia

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Título original:

Railways in the Peak District: A History

Contenido del libro:

El Peak District siempre ha sido una barrera formidable para las conexiones de transporte que lo atraviesan, en particular el ferrocarril. Los primeros y rudimentarios tranvías tirados por caballos alimentaban los canales de sus flancos oriental y occidental, pero en 1825 -los mismos años en que se inauguraron los ferrocarriles de Stockton y Darlington- una línea de ancho estándar trepaba por la cima del Peak District y bajaba por el otro lado en temibles pendientes para conectar los canales de Cromford y Whaley Bridge.

Sheffield y Manchester quedaron conectadas en 1845 por la primera línea que cruzaba los Peninos a través del tristemente famoso túnel de Woodhead, a la que siguieron gradualmente líneas que conectaban ciudades y pueblos del Peak District. Algunas de ellas se hicieron famosas como la ruta Settle-Carlisle, tales eran las dificultades de ingeniería para conducir una ruta a través de los dales calizos. La línea entre Dore y Chinley fue la última línea principal de Inglaterra en atravesar los Peninos en dos enormes túneles.

En su apogeo, el sistema ferroviario de Peak District incluía un ferrocarril ligero de vía estrecha para turistas, vías inclinadas con cables para exportar piedra caliza, siete de los 20 túneles ferroviarios más largos del Reino Unido y la primera línea principal totalmente eléctrica de Gran Bretaña. El nacimiento de los Ferrocarriles Británicos en 1948 y el posterior hachazo de Beeching supusieron la sentencia de muerte para muchos de estos ferrocarriles únicos.

Hoy en día, algunas de las vías aún pueden seguirse a pie, en bicicleta o a caballo gracias al Parque Nacional del Peak District y otras organizaciones de ocio. Los túneles, viaductos y estaciones históricos de las rutas más famosas se han restaurado y reabierto como senderos de largo recorrido y líneas patrimoniales: un renacimiento para disfrute de los turistas de hoy.