Puntuación:
El libro «El Explorador» de W. Somerset Maugham ha sido bien recibido por el desarrollo de sus personajes, su estilo de escritura y su mezcla de romance y aventura. Sin embargo, algunos lectores opinan que no está a la altura de las mejores obras de Maugham, con críticas dirigidas a su abrupto final y a los defectos percibidos en el retrato de los personajes.
Ventajas:Fuerte desarrollo de los personajes, diálogos atractivos y bien escritos, profunda exploración emocional, narración convincente y una mezcla de romance y comentario social.
Desventajas:Su final abrupto deja a los lectores con ganas de más, no alcanza la altura de las mejores obras de Maugham, es considerada lenta o tediosa por algunos, y los caracteres de los protagonistas son vistos como carentes de profundidad o molestos.
(basado en 17 opiniones de lectores)
The Explorer
El mar estaba muy tranquilo. No había ningún barco a la vista, y las gaviotas estaban inmóviles sobre su gris uniforme.
El cielo estaba oscuro con nubes que bajaban, pero no había viento. La línea del horizonte era clara y delicada. La playa de guijarros, no menos desierta, estaba espesa de algas enredadas, y las innumerables conchas se deshacían bajo los pies que las pisaban.
Los rompeolas, que trataban de impedir el incesante avance de las olas, estaban podridos por la edad y verdes por la baba del mar. Era una escena desoladora, pero había un sosiego en su melancolía; y el gran silencio, la suave monotonía del color, podrían haber dado paz a un corazón atribulado. No podían calmar el tormento de la mujer que estaba sola en aquel lugar.
No se movió y, aunque su mirada era firme, no vio nada. La naturaleza no tiene ni amor ni odio, y con indiferencia sonríe a los ligeros de corazón y a los pesados les trae un dolor más profundo. Es una gran ironía que el viejo griego, tan sabio y prudente, que creía que los dioses vivían completamente al margen de las pasiones humanas, divinamente inconscientes en sus altos palacios de la pena y la alegría, la esperanza y la desesperación, de la turbulenta multitud de los hombres, haya pasado a la posteridad como el apóstol del placer salvaje.
Pero la mujer silenciosa no buscaba consuelo. Tenía un orgullo vehemente que le hacía buscar consuelo sólo en su propio corazón; y cuando, contra su voluntad, gruesas lágrimas rodaron por sus mejillas, sacudió la cabeza con impaciencia.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)