El Estado sostenible: El futuro del gobierno, la economía y la sociedad

Opiniones de los lectores

Las reseñas destacan que el libro de Chandran Nair introduce una perspectiva crítica sobre la sostenibilidad global, haciendo hincapié en la necesidad de cambios sistémicos en los patrones de consumo, sobre todo en los países desarrollados y en Asia. Aboga por una participación más directa del Estado en la gestión de la sostenibilidad y critica las soluciones superficiales a los problemas climáticos.

El libro está bien razonado, es lógico y articula eficazmente cuestiones complejas relativas a la sostenibilidad y el consumo. Es una lectura fácil que aporta claridad sobre las políticas gubernamentales y su impacto en el clima, y anima a los lectores a pensar en profundidad sobre las alteraciones necesarias para un cambio sostenible.

Algunos pueden considerar que las soluciones de Nair son excesivamente críticas con las naciones desarrolladas, y que pueden ser vistas como antioccidentales. Además, podría preocupar la viabilidad de aplicar normas de consumo draconianas a escala mundial.

(basado en 4 opiniones de lectores)

Título original:

The Sustainable State: The Future of Government, Economy, and Society

Contenido del libro:

El modelo de desarrollo de libre mercado y gobierno limitado ha sido un desastre ecológico y social para el mundo en desarrollo. El desarrollo sostenible y equitativo sólo es posible con la participación activa de un Estado central fuerte que pueda dirigir la economía, proteger el medio ambiente y dar prioridad a la satisfacción de las necesidades básicas de su población.

En este libro, que seguramente será polémico, Chandran Nair demuestra que el modelo dominado por el mercado que sigue el Occidente industrializado es sencillamente inviable. Sólo Estados Unidos, con menos del 5% de la población mundial, consume casi una cuarta parte de sus recursos. Si los países asiáticos, donde vive el 60% de la población mundial, intentan seguir el ejemplo occidental, los resultados serán calamitosos.

Por el contrario, Nair sostiene que el desarrollo debe ser dirigido por un Estado dispuesto y capaz de intervenir en la economía. Las empresas, que por su propio diseño exigen un consumo cada vez mayor, deben orientarse a satisfacer las necesidades de la sociedad o, de lo contrario, limitarse, no desatarse. El desarrollo debe orientarse hacia el bien mayor: el agua potable para muchos debe tener prioridad sobre las piscinas para unos pocos. Nair presenta tres estudios de casos convincentes que demuestran los beneficios de una gobernanza estatal fuerte y los fallos de una gobernanza estatal débil.

Esto significará replantearse el significado de conceptos como "prosperidad", "libertad" y "derechos" y si la democracia es siempre la mejor forma de garantizar un gobierno receptivo; como escribe Nair, "una democracia que no puede trabajar para mejorar la vida de sus ciudadanos no es mejor que una no democracia que sí puede mejorar la calidad de vida". A muchos les parecerán ideas desafiantes, pero lo que Nair ofrece es un modelo adaptado a las realidades del mundo en desarrollo, no a los supuestos de la cultura dominante.