Puntuación:
El libro de Robert Wilken ofrece una convincente panorámica del pensamiento cristiano primitivo y de los escritos de las figuras clave de la Iglesia primitiva, argumentando en contra de la idea de que el cristianismo estaba puramente influido por el helenismo. Su estilo accesible y su capacidad para situar los primeros escritos cristianos en su contexto histórico han calado hondo entre los lectores. Aunque la mayoría de las reseñas elogian el libro por su contenido perspicaz y su enfoque erudito, algunas críticas mencionan su enfoque selectivo y la simplificación excesiva de ciertas posturas teológicas.
Ventajas:Estilo de redacción atractivo y accesible.
Desventajas:Ofrece un profundo contexto histórico de los primeros escritos de la Iglesia.
(basado en 79 opiniones de lectores)
The Spirit of Early Christian Thought: Seeking the Face of God
"Un conjunto de ensayos magníficamente eruditos, profundamente sentidos y sorprendentemente pelúcidos"--Michael Dirda, Washington Post Book World.
"Una delicia de lectura. Está escrito como debe ser la historia, especialmente para lectores no especializados" - Richard A. Kauffman, Christian Century.
En esta elocuente introducción al pensamiento cristiano primitivo, el eminente historiador de la religión Robert Louis Wilken examina la tradición que establecieron figuras como San Agustín, Gregorio de Nisa y otros. Estos primeros pensadores construyeron un nuevo mundo intelectual y espiritual, muestra Wilken, y todavía pueden oírse como voces vivas en el mundo moderno.
En los capítulos dedicados a temas como el culto cristiano primitivo, la poesía cristiana y la vida espiritual, la Trinidad, Cristo, la Biblia y los iconos, Wilken demuestra que la energía y la vitalidad del cristianismo primitivo surgieron en el seno de la vida de la Iglesia. Aunque los primeros pensadores cristianos se inspiraron en las tradiciones filosóficas y retóricas del mundo antiguo, fue el versátil vocabulario de la Biblia lo que desató sus lenguas y mentes y les permitió construir el mundo de nuevo, intelectual y espiritualmente. Estos pensadores no buscaban inventar un mundo de ideas, muestra Wilken, sino ganar los corazones de hombres y mujeres y cambiar sus vidas.
Los primeros pensadores cristianos sentaron unas bases que han perdurado. Sus escritos son una herencia insustituible, y Wilken demuestra que aún pueden oírse voces vivas en la cultura contemporánea.
© Book1 Group - todos los derechos reservados.
El contenido de este sitio no se puede copiar o usar, ni en parte ni en su totalidad, sin el permiso escrito del propietario.
Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)