El enigma del motín de Caswell

Título original:

The Riddle of the Caswell Mutiny

Contenido del libro:

En diciembre de 1875, el capitán George "Bully" Best se encontró en Buenos Aires sin tripulación y sin cargamento. La mayoría de sus hombres le habían abandonado. Antes de dirigirse a Antofogasta, donde cargó salitre (nitrato), reclutó una "tripulación mixta" de griegos y británicos. Los británicos se negaron a navegar con los griegos y, en lugar de permitirles desembarcar para ver al cónsul británico, el capitán Best les golpeó y les puso grilletes. Incluso antes de que el Caswell zarpara hacia Queenstown el 1 de enero de 1876, un irlandés y un alemán abandonaron el barco y nunca más se supo de ellos. Las tensiones evidentes podrían hacer pensar en un motín británico. Y tal vez hubiera ocurrido si los griegos no se les hubieran adelantado. Por alguna razón inexplicable, los griegos, bajo la influencia del "Gran Jorge" Peno, se amotinaron y mataron al capitán, al primer y segundo oficial y al camarero negro galés. Los cuatro cadáveres fueron amarrados a un ancla y arrojados por la borda. En febrero, dos de los amotinados, los hermanos Pistoria, escaparon en barco por el río de la Plata hasta Buenos Aires. El resto quedó a la deriva bajo mando griego hasta el 11 de marzo, cuando los británicos se amotinaron y mataron a dos de sus captores. Un tercer amotinado fue devuelto a Queenstown para ser juzgado por asesinato en alta mar. El joven Christos Emmanuel Bombos fue encarcelado junto a un feniano de sesenta y tres años llamado Thomas Crowe.

Ambos hombres ofrecieron el espectáculo de un "doble ahorcamiento" en la prisión masculina de Cork. Se ofrece un relato completo de los testigos oculares de las ejecuciones, que pasan por ser uno de los acontecimientos más llamativos de la literatura penológica del siglo XIX. Tres años más tarde, uno de los amotinados fugados fue detenido en Monte Video y se celebró un segundo juicio en Cork. De las dieciséis personas que partieron de Buenos Aires: dos abandonaron el barco.

Cuatro fueron asesinados en el motín.

Dos fueron asesinados en el contramotín.

Uno fue ahorcado en 1876 y otro en 1879.

Y seis volvieron para contarlo.