Puntuación:
El libro explora el concepto de juego dentro del cristianismo, argumentando que una mentalidad lúdica es esencial para experimentar una relación gozosa y profunda con Dios. Aunque algunos lectores lo encuentran delicioso y sugerente, otros creen que trivializa aspectos serios de la fe.
Ventajas:Los lectores aprecian la novedosa perspectiva sobre la importancia del juego en la fe cristiana y la conexión que fomenta con Dios. El libro se describe como bien escrito, perspicaz y sugerente, basado en una variedad de autores y fomentando una profunda reflexión sobre la alegría en la vida espiritual.
Desventajas:Algunos críticos reprochan al autor que aplique erróneamente el concepto de juego a asuntos espirituales serios, pues consideran que les resta importancia. También se comenta la falta de convicción en el estilo de escritura y la incapacidad del libro para mantener la fuerza de su argumento a lo largo de todo el libro.
(basado en 4 opiniones de lectores)
The God Who Plays
Mucha gente se sorprendería al oír que una actitud lúdica hacia Dios y el mundo se encuentra en el corazón de la fe cristiana. Tradicionalmente, los cristianos se han centrado en las responsabilidades serias del servicio, el sacrificio y el compromiso.
Pero los profetas dicen que el reino futuro está lleno de gente que ríe y juega, lo que tiene implicaciones para los cristianos que están llamados a vivir el reino futuro en el presente. El juego no es trivial ni secundario frente al trabajo y el servicio: ¡sólo una forma de vida lúdica hace justicia a la seriedad de la vida! El juego es la forma esencial y última de relación con Dios, y por eso Jesús dijo a la gente que aprendiera de los niños. De hecho, una actitud lúdica es una parte importante de todas las relaciones significativas.
Este libro explora la gracia, la fe, el amor, la adoración, la redención y el reino desde la perspectiva de una actitud lúdica. Describe cómo crear una ética del juego que se corresponda con la ética del trabajo y analiza el juego como virtud, la advertencia de Aquino contra el pecado de no jugar lo suficiente y la afirmación de Bonhoeffer de que en un mundo de dolor sólo el cristiano puede jugar de verdad.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)