The God That Failed: Liberalism and the Destruction of the West
Algo no va bien. A nuestro alrededor, la sociedad parece hundirse en la decadencia, y no reconocemos, y mucho menos conocemos, a las personas que viven justo al lado de nosotros. Los medios de comunicación venden un progreso ilusorio con los últimos artilugios y modas, y por mucho que se hable de «justicia social», apenas hay justicia. La alienación, la violencia, el abandono y la desesperación supuran a medida que las heridas se vuelven sépticas, y la gente está literalmente enferma de muerte.
El sistema «sin nombre» del neoliberalismo es lo peor de los dos mundos: un gobierno dispuesto a «jugar a ser Dios», llegando incluso a generar una población totalmente nueva y adaptable a sus designios -una población mundial de productores y consumidores desarraigados- y un conjunto oligárquico de banqueros y empresarios internacionales que se han encargado de que el juego esté amañado a su favor. Se trata de un sistema de contradicciones irreconciliables, que pregona la «igualdad» pero produce la mayor disparidad material. Pregona la «libertad» mientras aplasta toda disidencia. Celebra la «diversidad», pero es uniformemente aplastante. Su ilusorio «progreso» se parece más a un feudo medieval que a la utopía siempre a punto de llegar que los charlatanes prometen que está a la vuelta de la esquina con una concesión más, siempre más hasta que no quede nada.
El Dios que fracasó» sacará a la luz el espantoso sistema “sin nombre” y expondrá su hipocresía, sus mentiras y su destrucción.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)