El día que morí: mi asombroso viaje de ida y vuelta al cielo

Opiniones de los lectores

El libro de Freddy Vest es un testimonio personal que toca temas de duelo, fe y la experiencia del autor relacionada con la muerte y el cielo. Muchos lectores lo consideran inspirador, sobre todo por cómo trata la pérdida y el amor de Dios. Sin embargo, algunos críticos expresan su decepción por el hecho de que se centre en la historia de la vida del autor y no en descripciones detalladas del cielo.

Los lectores aprecian el relato sincero y honesto, el entrelazamiento de las Escrituras y la capacidad del libro para aportar paz y esperanza a los afligidos. A muchos les ha resultado fácil de leer y lo recomiendan a quienes dudan de su fe. Las lecciones de amor del libro y la sencillez de su mensaje resonaron entre numerosos lectores.

Los detractores del libro destacan que contiene muy pocos detalles sobre el cielo, y algunos opinan que se detiene demasiado en la vida del autor, lo que hace que su lectura resulte tediosa. Algunas críticas señalan la falta de ideas profundas sobre las experiencias celestiales en comparación con otras obras similares. Además, el estilo sermoneador del autor irrita a algunos lectores.

(basado en 108 opiniones de lectores)

Título original:

The Day I Died: My Astonishing Trip to Heaven and Back

Contenido del libro:

Freddy Vest estaba a lomos de un caballo, compitiendo en una prueba de cuerda para becerros ante una multitud, cuando de repente se desplomó debido a un ataque al corazón. Murió antes de caer al suelo.

En un momento estaba sentado en su caballo. Al momento siguiente estaba en otro lugar, en un lugar indescriptible. Se había ido. Sin viaje, transporte, ayuda angelical ni paso del tiempo, estaba con Jesús, donde descubrió de primera mano que el cielo es un lugar real y que Dios es una persona real, y que la muerte no es el final, sino el principio de la verdadera vida.

En El día que morí, Vest aborda la transformación de la muerte al cielo y algunos de los beneficios de encontrarse en ese lugar, entre ellos:

⬤  La inolvidable conciencia de la presencia de Dios.

⬤  La sensación de su amor inconmensurable.

⬤  La libertad de las limitaciones del tiempo.

⬤  La facilidad de comunicación con el Señor.

⬤  La paz y la seguridad que acompañan Su presencia.

⬤  La comprensión de que las oraciones son escuchadas instantáneamente por Dios.