El Cronista

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Título original:

The Chronicler

Contenido del libro:

Tenuemente, en el cuarto día lento, un ruido extraño nació sobre el agua desde alguna dirección más allá de la vista. Invisible, nadie conocía el origen, pero se mantenía una cadencia...

como un suave pulso amortiguado, el susurro crepuscular de unas poderosas alas o el golpe de cientos de remos empujando el océano a sus espaldas. Sin previo aviso, una brisa de tierra se refrescó de repente, y por encima de sus cabezas el primer atisbo de sol brilló débilmente a través del velo lechoso. Dado que la amenaza estaba detrás de ellos, el barco de Leofstan estaba en el borde delantero del claro y sería visto rápidamente.

Corriendo al aire libre, se apresuraron a hacer un avistamiento, y el consenso fue Carhampton.

Tirando con fuerza de los timones de popa, la proa del carguero viró suavemente a estribor. Segundos después, la costa de Somerset se extendía ante ellos.

De pie en el castillo de popa, Leofstan miró por encima del hombro y vio un elegante barco de un solo mástil que se deslizaba sin esfuerzo entre la niebla. Sobre su cubierta, una gigantesca vela roja y blanca ondeaba al viento. Un cuerno sonó en el barco fantasma y al instante se hicieron eco de él innumerables barcos invisibles que viajaban tras su estela.

En respuesta a la señal, los redobles de tambor pidieron inmediatamente a los remeros que aceleraran el paso porque la caza había comenzado. Uno a uno, aparecieron los miembros de la flota fantasmal. Tres, cuatro, cinco...

diez, quince... Veinte, treinta, treinta y cinco elegantes asaltantes salieron del banco de niebla antes de que Leofstan dejara de contar.

Como espectros del inframundo... los barcos con cabeza de dragón se acercaron en veloz persecución.