El cobertizo de una mujer: Cobertizos para que las mujeres creen, escriban, fabriquen, crezcan, piensen y se evadan

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Título original:

A Woman's Shed: She Sheds for Women to Create, Write, Make, Grow, Think, and Escape

Contenido del libro:

Porque los cobertizos no son sólo para hombres: esta selección de cobertizos de Norteamérica, el Reino Unido y Europa muestra cómo las mujeres de todo el mundo pueden reclamar y utilizar su propio espacio personal. Todas las mujeres merecen un cobertizo propio, un lugar al que retirarse para pasar un rato tranquilo, crear o cultivar, escribir o pintar, o simplemente contemplar el paisaje.

Gill Heriz ha entrevistado a más de 80 mujeres y Nicolette Hallett ha fotografiado sus cobertizos por dentro y por fuera, para reunir esta visión única de por qué las mujeres tienen cobertizos y qué hacen en ellos. Hay cobertizos para marionetistas, escultoras y escritoras, así como para granjeras, fabricantes de muebles y leñadoras. Hay cobertizos habitables, cobertizos llenos hasta la bandera y cobertizos que son simplemente cobertizos, con la colección habitual de herramientas de jardinería, cortacéspedes y paquetes de semillas.

Virginia Woolf afirmó una vez que, para las mujeres, escribir ficción requería "una habitación propia". Estas mujeres han llevado esa premisa un paso más allá -al patio trasero- para encontrar su propio espacio muy personal.