El cielo gay es una pista de baile, pero no puedo relajarme

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Título original:

Gay Heaven Is a Dance Floor But I Can't Relax

Contenido del libro:

El poemario revelación de una conversación poética multiforme entre artistas y escritores queer y trans.

Como encontrarse bajo una bola de discoteca, o escuchar a Arthur Russell en el ferry de Staten Island, Gay Heaven Is a Dance Floor but I Can't Relax propone la lectura como una forma de amistad. Conversacional, inquisitivo y escrutador, este libro va dirigido a cualquiera que haya amado a alguien a quien nunca llegará a conocer.

" Gay Heaven Is a Dance Floor but I Can't Relax me produce el mismo tipo de excitación y calor imaginativo que obsesionarse con las fotos brillantes de las biografías queer. Estos poemas forman colectivamente un tobogán acuoso entre pasado y presente, cuidado y ansiedad, forma y falta de forma, verbo y sustantivo. Podemos vivir a lo grande en el deslizamiento entre lo relacional y lo abrumadoramente misterioso. Sería muy fácil caer en un agujero nostálgico, pero Charles no es ese tipo de poeta. Más bien, bailamos (o escribimos) en el amanecer polimorfo, "el corte extendido, una tecnología para sentir para siempre". Agradezco tener estos poemas por cómo nos dan la bienvenida a través de una sintaxis surrealista que luego, de algún modo, forma una nueva gramática donde la armonía metabólica con gatos y carpinchos, zinnias y rambutanes, es la norma, es el cielo gay".

- Stacy Szymaszek.

"Los poemas de Gay Heaven Is a Dance Floor but I Can't Relax (El cielo gay es una pista de baile, pero no puedo relajarme) poseen una asombrosa profundidad de amor en sus disposiciones de palabras y sonidos, en su diversión con y dentro de exuberantes complejidades, y en su absoluta resistencia a ceder al daño y a los caminos del daño. El largo poema del título, sobre y para y con Arthur Russell, es una cascada de formas y voces canalizadas a través de la danza y lo intocable en la continuidad del conocimiento colectivo, el movimiento y el dolor ante la devastación. Y entonces, como Martin Wong, entre otras muchas fuentes de arte y esperanza, charles theonia escarba en el modo en que huelen los bomberos, escucha sonidos a la espera de una boca abierta y sabe que "Begin puede sustituirse por cualquier palabra que te acerque". Este libro es un compañero para toda la vida".

- Anselm Berrigan.

"Por suerte soñamos en paisajes / más allá de nuestra experiencia", escribe charles theonia en el largo poema que abre su eléctrica primera colección, y los lectores son más afortunados por ello. Rebosante de un sentido de lo posible, entre sus muchas ofertas se encuentran "otras disposiciones del yo"; la danza de cuerpos (textuales y no) enredados en el sonido; portales a múltiples otros lugares: "Utopía: una compulsión a seguir rehaciendo este mundo". Este mundo no puede llegar a ser por sí mismo, de ahí su erotismo gregario. ¡Salta! ".

- Mnica de la Torre.

"¡los poemas de charles theonia lo son todo! ".

- Turmalina.

"Nada no es gay, y ni el espacio ni el tiempo pueden impedir que la gente se toque en la nueva colección de poemas de charles theonia, Gay Heaven Is a Dance Floor But I Can't Relax, en la que el lenguaje se mueve al encuentro del deseo, para despertarlo, encenderlo, hacerlo público y luego hacerlo resonar -¿porque por qué no habría de hacerlo? los poemas de theonia son para criaturas del sentimiento que quieren ambos/y. Despiertan, resuenan y satisfacen".

- Shiv Kotecha.