El caos que viene: El agotamiento de los combustibles fósiles y el calentamiento global

Título original:

The Coming Chaos: Fossil Fuel Depletion and Global Warming

Contenido del libro:

Este libro describe el caos que se avecina en el año 2100 si el mundo no consigue desarrollar un reactor nuclear reproductor viable. En 2100, el mundo se habrá quedado sin nada, salvo el petróleo, el gas y el carbón más caros. También se habrá agotado en gran medida el uranio que se utiliza en los reactores nucleares convencionales. El resultado será el cierre de la red eléctrica mundial y el cierre de todo el tráfico de vehículos. En 2100, el mundo tendrá una población estimada de 11.000 millones de personas. En 2150, la población mundial se reducirá a 3.000 millones de personas si no se hace algo pronto.

Para que la transición al siglo XXII se produzca sin contratiempos, el mundo debe hacer hoy un esfuerzo concertado para desarrollar reactores nucleares reproductores que mantengan en funcionamiento la red eléctrica mundial en 2100. El candidato más probable parece ser el reactor reproductor de sales fundidas, también conocido como reactor de torio fluorado líquido. Con los reactores nucleares reproductores, el mundo dispondrá de vehículos eléctricos. Sin embargo, para los desplazamientos de larga distancia, el mundo debe seguir desarrollando vehículos alimentados por amoníaco. El mejor candidato parece ser un prototipo de vehículo híbrido eléctrico alimentado con amoníaco que están promoviendo los surcoreanos.

Para 2100, el dióxido de carbono en la atmósfera mundial aumentará en más de 3 billones de toneladas. Esto es inevitable si no hay cambios. El resultado serán temperaturas aproximadamente 6 grados más altas (3,5 C) que las actuales. Prácticamente todos los glaciares del mundo, excepto los del Himalaya, se derretirán por completo, lo que devastará la agricultura en Extremo Oriente. En 2100, los océanos subirán unos 1,5 metros, lo que inundará más de 100 millones de hogares y causará estragos en las ciudades costeras de todo el mundo. Todo esto puede mejorarse si el mundo limita el uso de combustibles fósiles en favor de los combustibles de amoníaco y cambia al uso de reactores nucleares reproductores.