El camino más largo

Título original:

The Longest Walk

Contenido del libro:

George Meegan es aventurero, conferenciante, reformador escolar y viajero por el mundo. Posee ocho récords Guinness, el mayor número de récords mundiales oficiales para un europeo. Entre ellos figura «La marcha ininterrumpida más larga de todos los tiempos», que se describe en este libro. El épico viaje que realizó desde Tierra del Fuego (Sudamérica) hasta Prudhoe Bay (Alaska), de 19.019 millas, lo completó en 2.425 días con 41 millones de pasos, mientras quemaba 12 pares y medio de botas de montaña. Recibió un disparo y fue perseguido por un gaucho con una sola pierna, atravesó el históricamente infranqueable Darien Gap, se casó con su novia japonesa, fue padre... ¡dos veces! y visitó al Presidente Jimmy Carter en su casa. A su llegada a Nueva York, la revista «People» y todos los medios de comunicación populares se hicieron eco de su visita, con apariciones en:

Larry King Live

Today Show (tres veces)

Noticias matinales de la CBS

Buenos días, América

11 PM Show

Studs Terkel Radio

El programa de Joe Franklin

Phil Donahue

Hugh Downs

A lo largo y ancho de América, el Caminante por el Mundo fue precedido de ciudad en ciudad por los medios de comunicación que mostraban que George había descubierto el «sueño americano». Desde Nueva York, atravesó el norte de Estados Unidos, se adentró en el Yukón y dio el último paso hacia el Círculo Polar Ártico. La tarde del 18 de septiembre de 1983, cruzó la tundra helada hasta el borde del océano Ártico y sumergió la mano en el agua fría y resbaladiza. Estaba hecho. Cayó de rodillas y lloró. A la edad de 31 años, George Meegan había caminado 19.019 millas ininterrumpidas, y se levantó del borde del agua para enfrentarse al nuevo reto de lidiar con una fama recién descubierta.

La Marcha más Larga tuvo lugar entre 1977 y 1983. En 2000, completó casi 500 km hasta llegar a Barrow, Alaska, para la culminación definitiva, en el mayor asentamiento esquimal del mundo. En el milenio histórico, Meegan consiguió de forma excepcional que el gobierno de Estados Unidos, por orden de la Casa Blanca, «se arrodillara» y pidiera disculpas ante los medios de comunicación a las Primeras Naciones por una legión de fechorías históricas. En aquel momento, ningún ser humano había atravesado jamás toda América, ni en vehículo ni siquiera en avión; pero, por supuesto, Meegan iba a pie. Hoy, casi tres décadas después, la hazaña sigue siendo inigualable.

Su libro se conserva en la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos, y aparece en el Libro Guinness de los Récords de Japón, Gran Bretaña y Estados Unidos. La aventura se ha extraído como texto optativo para universidades japonesas, y se juzgó «inspiradora» y se incluyó en el Plan Nacional de Estudios de Japón. Se ha convertido en una versión de audio que se distribuye por todo el país en los países de habla inglesa.