The Way of the Enneagram
La mayoría de nosotros, en algún momento, hemos tenido experiencias que tocan una experiencia mucho más grande de la vida. A menudo, son momentos de una belleza sobrecogedora. Pueden ser momentos en la naturaleza, como el canto de un pájaro por la mañana temprano.
Puede ser una pieza musical.
O con las personas que amamos.
Estas experiencias son profundamente importantes y esperanzadoras. Son la prueba de que casi todos nosotros ya hemos tenido experiencias que van más allá de las limitaciones de nuestra vida cotidiana. Ya hemos vislumbrado la inocencia de nuestra verdadera naturaleza y la belleza del Mundo Dorado. Esto nos orienta en nuestro viaje con el Eneagrama. No aspiramos a una experiencia desconocida o esotérica.
Simplemente queremos más de una experiencia que ya conocemos.
Nuestro acceso al Mundo Dorado se ha visto limitado por las corazas protectoras que hemos construido a nuestro alrededor para mantenernos alejados de las experiencias difíciles de la vida. Nos aíslan del mundo exterior y también de lo que ocurre en nuestro interior.
Nos convertimos en extraños para nuestra propia alma. Son el envoltorio innecesario de la psique. Cuando las quitamos, nos quedamos simplemente con la belleza sin complicaciones y la inocencia de nuestra verdadera naturaleza.
Los caparazones protectores son los patrones emocionales y de pensamiento habituales que constituyen la base de nuestros tipos de personalidad del Eneagrama. Nuestros comportamientos de tipo Eneagrama nos protegen del dolor y el malestar, pero a un coste enorme. A medida que tomamos conciencia de estos comportamientos limitantes, podemos dar los pasos valientes para permitir que se desmantelen los caparazones protectores. Y con ello iniciamos nuestro regreso al Mundo Dorado.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)