El artista en la contracultura: De Bruce Conner a Mike Kelley y otros relatos desde la periferia

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Título original:

The Artist in the Counterculture: Bruce Conner to Mike Kelley and Other Tales from the Edge

Contenido del libro:

Cómo la contracultura californiana de las décadas de 1960 a 1980 marcó profundamente a los artistas de la Costa Oeste, y fue marcada por ellos.

La década de 1960 ejerce una fascinación especial en el arte moderno. Pero la mayoría de los relatos pasan por alto el impacto decisivo de la cultura juvenil de la época, incubada en gran parte en California, en los artistas que alcanzaron la mayoría de edad en esa década. Bruce Conner, su máximo exponente, recordaba: "Hacía todo lo que todo el mundo hacía en 1967 en Haight-Ashbury..... Tomaba peyote y salía a la calle". Y canalizó vívidamente esas experiencias en su arte, al tiempo que dejaba su huella en todas las facetas del movimiento psicodélico: desde las montañas de México con Timothy Leary hasta los salones de baile de rock de San Francisco, pasando por los excesos dorados del Nuevo Hollywood. En The Artist in the Counterculture, Thomas Crow cuenta la historia del arte californiano de los años sesenta a los ochenta -uno de los más fuertes que se hacían en cualquier lugar en aquella época- y por qué no puede entenderse al margen de las nuevas posibilidades de pensamiento y sentimiento desatadas por los rebeldes de la contracultura.

Crow reevalúa a Conner y a otras figuras clave -desde la activista católica Corita Kent a la Pantera Negra Emory Douglas o la testigo ecológica Bonnie Ora Sherk- como parte de una cohorte generacional galvanizada por la resistencia a la guerra, la opresión racial y la degradación medioambiental. Los practicantes más jóvenes de la performance y la instalación mantuvieron la mentalidad de rebelión en las décadas de 1970 y 1980, cuando artistas de color anteriormente excluidos pasaron a la vanguardia en Los Ángeles. Mike Kelley, su contemporáneo, se mantuvo inquebrantablemente fiel al florecimiento contracultural tardío del que había sido testigo en los albores de su carrera.

El resultado es un nuevo e importante relato de la perdurable influencia de la contracultura en el arte moderno.