El alma cerúlea: una teología relacional de la depresión

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Título original:

The Cerulean Soul: A Relational Theology of Depression

Contenido del libro:

La depresión es difícil de definir. Se suele describir como un desequilibrio químico, una experiencia subjetiva de abatimiento o incluso una construcción semiótica. Las distintas teorías de la depresión (bioquímica, psicológica, cultural) suelen reflejar la antropología filosófica de cada cual. La definición de la persona humana es reveladora de la definición del trastorno mental. La filosofía y las ciencias tienden a ofrecer explicaciones reductivas de lo que significa ser humano, y esos enfoques rara vez tienen en cuenta que podemos ser seres espirituales, por lo que no contemplan un planteamiento teológico.

Peter J. Bellini nos invita a reimaginar la persona a la luz de la imagen de Dios en Cristo, lo divino encarnado en la debilidad humana. El alma cerúlea responde a desafíos reales de las ciencias y la filosofía y ofrece una antropología teológica relacional configurada por un marco cruciforme que asume y afirma la contingencia, la limitación y la caída humanas. Con referencia a la encarnación de Cristo, Bellini revela cómo la depresión está inexorablemente ligada a nuestra relación con Dios como seres creados por él: originales, caídos y renovados. El abatimiento sirve de marcador biosocial y espiritual de nuestra debilidad humana, de nuestro quebranto y de nuestra lucha espiritual por encontrar sentido y plenitud. Además, es una llamada a crecer, a ser restaurados y santificados a imagen de Dios en Cristo. Lo que surge es una terapéutica de la imago para la depresión que colma las lagunas de nuestros intentos actuales de determinar la etiología y el tratamiento de la enfermedad.

Tomando como meta la missio Dei de unión con Cristo resucitado, El alma cerúlea abre el perenne problema del abatimiento humano a una trayectoria escatológica de esperanza y paz, redención y transformación, dadas gratuitamente en Cristo mediante la obra sanadora y santificadora del Espíritu Santo. La cristoformidad, informada por el reino subversivo de Dios, da nueva forma a todas las personas, "capacitadas" y "discapacitadas".