Ecos de ruptura

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Título original:

Breaking Echoes

Contenido del libro:

Soy un adulto de 55 años, no actúo como una víctima. Sufrí malos tratos y abandono por parte de unos padres alcohólicos, así que mi hermana y yo fuimos acogidas en hogares de guarda a la temprana edad de 6 y 9 años. Más tarde, volamos a Canadá, donde fuimos adoptadas por los padres de mi padre. Sin saberlo, aún sufriríamos más abusos, ya que él también era alcohólico. Aquellos años turbulentos y caóticos me cambiaron la vida en muchos aspectos y me convirtieron en la persona que soy hoy.

Sé lo que es estar perdido, herido, no saber dónde ni cómo encajar, aprender a adaptarse a los cambios y no sentirse nunca seguro ni querido. He tenido la oportunidad de volver a conectar con la familia, sólo para sentirme decepcionada de nuevo. Mis padres y abuelos ya han fallecido. Hace unos años mi medio hermano y yo hablamos, pero meses después recibí la noticia de que había muerto, desgraciadamente no tuve la oportunidad de conocerle ni a sus hijos que eran su vida.

He estado enamorada, otra vez, lidié con los altibajos de un marido alcohólico, luego, 23 años después con 2 hijos me divorcié, tardé 4 años en terminar. Fue una montaña rusa larga, dolorosa y agotadora. De todo esto, siempre he mirado el lado positivo y he aprendido a no pensar nunca en lo que no podemos cambiar, sino a dar gracias por lo que tenemos ahora.

He superado montañas, así que estoy preparada para cualquier reto que se me presente. Nada puede ser tan malo, soy una enfermera titulada que ha visto morir a personas, escuchado sus deseos, preocupaciones, sostenido sus manos. Creo en la compasión, la amabilidad y en buscar siempre lo bueno en cada persona o situación.

Ninguno de nosotros está exento de lecciones de vida, pero nuestro pasado no dicta quién o dónde iremos en la vida. Escribo para expresar mis pensamientos, para conectar con otras personas que puedan identificarse y no sentirse nunca solas. Con la esperanza de que tú también puedas ver la efervescente luz interior que eres tú. Estoy aquí para ti tanto como tú estás aquí para mí.

Me llevaría años ponerme bajo el microscopio para escudriñar mis errores, encontrar el perdón, encontrar mi voz y, finalmente, encontrarme a mí misma. Esencialmente volqué todo mi amor en los demás olvidándome de mí, tuve que abrazar mis experiencias pasadas, absorbiendo lo malo junto con lo bueno para reconocer que esas experiencias me hicieron ser quien soy hoy. Volviendo la vista atrás, "Rompiendo Ecos", pude interrumpir la secuencia de fracasos que el alcoholismo protagonizó en mi vida. Sólo uniendo mi pasado a mi presente y a mi futuro podría permitirme comprender la importancia de mis comienzos. Así que, con la bendición de mis hermanas, me atreví a escribir mi historia para que otras personas supieran que no están solas. Es importante mantenerse fuerte, conservar el amor en el corazón, centrarse y trabajar duro para alcanzar los objetivos y la felicidad. A pesar del abuso, el abandono o la pérdida, cualquiera puede resurgir.