La globalización del siglo XXI se distingue por reformas institucionales y políticas en muchos países, como la liberalización gradual del comercio y la coordinación internacional de las políticas. Este autor considera la globalización como un proceso ininterrumpido que conduce a la convergencia de las civilizaciones, el abaratamiento de los costes de producción, la libertad controlada de las comunicaciones, los avances vigilados de la tecnología, la reducción de las distancias a través de medios de transporte avanzados y los fondos económicos utilizan sus poderes demoliendo cualquier esfuerzo revolucionario legal local que explote el planeta de una forma bastante democrática en la actualidad.
Los fondos económicos mundiales deberían evitar una explotación gradualmente antidemocrática del planeta para evitar un conflicto mundial que se avecina al final del camino de una globalización autocrática carente de valores éticos. Además, la globalización ha creado centros de poder que están al lado, incluso en competencia, con el poder de los Estados.
La innovación exige grandes costes iniciales de I+D y una sólida protección de la propiedad intelectual no está desconectada de los principios de la competencia, sino que es una parte vital de la política antimonopolio en su conjunto. Una sólida protección de los derechos de propiedad intelectual crea el entorno competitivo necesario para que las empresas puedan beneficiarse de sus invenciones, lo que fomenta los esfuerzos de innovación.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)