Duckett y Dyer: Dicks For Hire

Opiniones de los lectores

Duckett y Dyer: Dicks for Hire de G.M. Nair es una novela cómica de ciencia ficción que sigue a dos amigos de la infancia, Michael Duckett y Stephanie Dyer, que se convierten en detectives sin darse cuenta mientras navegan por un multiverso lleno de escenarios absurdos y personajes memorables. El libro mezcla el humor con momentos emocionales más profundos, creando una experiencia de lectura única. Aunque los personajes y el humor han recibido elogios, algunos lectores han señalado problemas con el ritmo y la coherencia de la trama en algunas partes.

El libro está lleno de momentos hilarantes y diálogos ingeniosos, lo que lo convierte en una lectura divertida. La dinámica de personajes entre el responsable Michael y la despreocupada Stephanie es atractiva, y provoca tanto risas como profundidad emocional. La construcción del mundo en el multiverso es imaginativa y entretenida, y atrae a los aficionados a la ciencia ficción disparatada. Muchos lectores apreciaron el humor y el desarrollo de los personajes a lo largo de la historia.

Algunos críticos consideraron que el ritmo era irregular, sobre todo en las partes centrales, donde la trama parecía sin rumbo y serpenteante. Hubo comentarios sobre momentos demasiado caóticos o enrevesados, que podían distraer de la narración general. Algunos lectores se mostraron insatisfechos con los personajes, que consideraron molestos o poco profundos, especialmente con el frustrante comportamiento inicial de Stephanie.

(basado en 108 opiniones de lectores)

Título original:

Duckett & Dyer: Dicks For Hire

Contenido del libro:

Michael Duckett está harto de su vida. Su trabajo es un lastre y su compañera de piso y mejor amiga desde hace quince años, Stephanie Dyer, no hace más que angustiarle con su perezosa irresponsabilidad. Las cosas siguen empeorando cuando se enfrentan a la amenaza de desahucio inminente de su palaciego quinto piso sin ascensor y descubren que alguien ha estado pegando anuncios por toda la ciudad para su agencia de detectives.

El único problema es que él y Stephanie no tienen una de esas.

A pesar de su desconcertante incompetencia, Stephanie persigue con entusiasmo este disparatado plan y arrastra a Michael, pataleando y gritando, a la refriega, sólo para descubrir que están fuera de su alcance. Se topan con una red de personas desaparecidas que están curiosamente relacionadas con un físico teórico sexualmente audaz y sus experimentos con el tejido del espacio-tiempo. Y a menos que Michael y Stephanie puedan dejar a un lado sus problemas personales y arreglar el multiverso, el propio concepto de existencia podría, irónicamente, dejar de existir.