Donde duermen los niños de la lluvia: Una Geografía Sagrada de la Meseta del Colorado

Opiniones de los lectores

El libro «Donde duermen los niños de la lluvia», de Michael Engelhard, ha sido elogiado por su bella prosa y su profunda exploración de la meseta del Colorado. Aunque muchos lectores lo encontraron inspirador y apreciaron su naturaleza poética y ricamente descriptiva, algunos se sintieron decepcionados porque se centraba más en el paisaje y la geología que en la conexión humana con la tierra, lo que generó expectativas encontradas.

Bellamente escrito y poético, ofrece una nueva perspectiva de la meseta del Colorado, descripciones vívidas que inspiran una apreciación más profunda de la tierra, combina varias disciplinas como la geología, la antropología y la ecología, y proporciona una conexión emocional y espiritual con el paisaje.

Algunos lectores esperaban que se centrara más en las perspectivas de los nativos y en sus historias personales que en las descripciones del paisaje, que careciera de mapas para localizar los lugares mencionados, y puede que no satisfaga las expectativas de quienes busquen una narración más amplia sobre las relaciones humanas con la tierra.

(basado en 7 opiniones de lectores)

Título original:

Where the Rain Children Sleep: A Sacred Geography of the Colorado Plateau

Contenido del libro:

Inspirado en un año de caminatas por 120 cañones desérticos, Donde duermen los niños de la lluvia es un libro de naturaleza en la mejor tradición de Edward Abbey, Ellen Meloy y Craig Childs. Mucho más que las memorias de un hombre sobre su estancia en estos cañones, se trata de una colección ecléctica, bien informada, crítica y profunda, salpicada de destellos de humor y fantasía.

El hilo conductor de estos ensayos es el concepto navajo de "geografía sagrada". Michael Engelhard ha viajado y explorado el Suroeste durante casi veinte años.

Su sincero retrato de esta región está a caballo entre la historia natural, la etnografía, la reflexión personal y la narrativa de viajes. Estos ensayos nacen de una creciente preocupación por que el canto de la tierra, las historias de estos lugares y las voces de sus habitantes no humanos e indígenas no se oigan en medio del estruendo de las excavadoras, las lanchas motoras, las turbinas y los vehículos de cuatro ruedas.