Don Jose, The Last Patron
Hace cuatrocientos años, los hombres y mujeres pioneros que llegaron por primera vez a Nuevo México se vieron obligados a compatibilizar su vida con la tierra y con su aislamiento.
La belleza que les rodeaba no les sustentaba, pero, por reverencia a la tierra, aparecieron los elegidos: los "curanderos", que entendían los usos medicinales de las hierbas; los "veijitos", los ancianos que hacían folclore, historia y tradición y la contaban a las generaciones más jóvenes. Y de esta misma tradición surgió el Patrón, un hombre que tenía la capacidad de canalizar la ambición y la determinación, y de hacer que la tierra y sus gentes se sometieran a la ley del interés común.
Era un protector, un vigilante de las señales; era un creador de códigos, un forjador de una forma de vida que lamentablemente falta en el mundo actual. Le llamaban el Patrón aquellos a los que amaba y que correspondían a ese amor con trabajo, fe y devoción personal. Le llamaban el Patrón, pero bien podrían haberle llamado el Padrino.
José Ortiz y Pino ha retratado Nuevo México, sus personajes y tradiciones con un ingenio sagaz y una agudeza conmovedora que sólo podrían haber emanado de alguien que creció en su seno. Y nos ha narrado la historia de un hombre cuyas visiones no tenían límites, un hombre cuya dedicación a su meta sólo era igualada por su sentido de justicia y compasión por todos los hombres: Don José Ortiz, El Último Patrón".
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)