Doctrina de la Ley y la Gracia

Título original:

Doctrine of Law and Grace

Contenido del libro:

La sociedad posmoderna anhela "libertad" y "libertad". Aparentemente, la ley no fue dada hasta Moisés. Era una sociedad sin ley y entristecía el corazón de Dios. No había conocimiento del pecado ni de sus consecuencias. Dios dio la ley en forma escrita como "Los Diez Mandamientos" a través de Moisés. Aunque por conciencia la humanidad sabia lo que es bueno y lo que es malo. Pero eligieron y continuaron haciendo el mal a los ojos de Dios. "Vio Dios que la maldad del hombre era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de él era de continuo solamente el mal". (Génesis 6:5) La Biblia define 'pecado' como transgresión de la ley. (1 Juan 3:4) Cualquier transgresión es castigada por la ley. Sin la ley ningun castigo podria ser ejecutado. La muerte física normal no es el castigo al pecado. Es la paga del pecado (Romanos 6:23). Está establecido para los hombres que mueran una sola vez y después de esto el juicio (Hebreos 9:27). La muerte no es castigo al pecado, pero todas las transgresiones son castigables bajo la ley. Cada uno debe enfrentar el juicio de acuerdo a sus obras mientras vivía en El Juicio del Gran Trono Blanco.

La gracia, en cambio, no te salva de la muerte física, sino que te salva de la condenación debida a las transgresiones de la ley. La ley te condena, pero la gracia te salva de la condenación debida a tus transgresiones. Jesús el unigénito Hijo de Dios vino al mundo lleno de gracia y de verdad (Juan 1:14) no para condenar al mundo sino para salvar a todos los que creen en Él. (Juan 3:16-18). Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte. (Romanos 8:1-2) La gracia no te da libertad y libertad para seguir cometiendo transgresiones a la ley, ni vivir sin la ley. Cuando estamos bajo la gracia, por obediencia a la verdad, creyendo en la obra terminada de Jesucristo en la Cruz del Calvario, somos salvos de la condenación de la transgresión de la ley y no del Juicio Final del Gran Trono Blanco. Jesucristo no vino para abrogar la ley, sino para cumplirla (el requisito de la ley para justicia) (Romanos 8:10) Cristo es el fin de la ley para justicia a todo aquel que cree (Romanos 10:4).

Este libro arroja luz y explicaciones completas sobre las enseñanzas de La Doctrina de la Ley y la Gracia, lo cual es necesario en estos días para identificar las enseñanzas engañosas y seductoras que hay por ahí.