Disputando Nueva Francia: Compañías, derecho y soberanía en el Atlántico francés, 1598-1663 Volumen 7

Título original:

Disputing New France: Companies, Law, and Sovereignty in the French Atlantic, 1598-1663 Volume 7

Contenido del libro:

Desde principios del siglo XVI, miles de pescadores-comerciantes de puertos vascos, bretones y normandos cruzaban cada año el Atlántico para dedicarse a la pesca, la caza de ballenas y el comercio de pieles, que consideraban su derecho consuetudinario.

En el siglo XVII, estos derechos fueron cuestionados cuando Francia intentó establecer una presencia imperial en Norteamérica, concediendo privilegios comerciales a ciertos individuos y compañías para hacer valer sus reivindicaciones territoriales y marítimas. Siguieron amargos conflictos que precipitaron más de dos docenas de pleitos en los tribunales franceses sobre poderes y privilegios en Nueva Francia.

En Disputing New France Helen Dewar demuestra que la formación del imperio en Nueva Francia y la formación del Estado en Francia se constituyeron mutuamente. A través de su análisis de los pleitos legales entre compañías comerciales privilegiadas, comerciantes independientes, virreyes y misioneros, este libro pone de relieve el papel integral de los tribunales franceses en la construcción histórica de la autoridad en Nueva Francia y la naturaleza fluida de la autoridad legal, política y comercial en la propia Francia. La formación del Estado y del imperio convergieron en la lucha por el poder marítimo: el control de Nueva Francia era un medio para consolidar la autoridad marítima en el país y supervisar las principales rutas comerciales del Atlántico.

La colonia también formó parte de los experimentos internacionales con la compañía fletada, un innovador instrumento holandés e inglés adaptado por los franceses para alcanzar determinados objetivos estratégicos, políticos y marítimos. Disputing New France, que rastrea el desarrollo de las herramientas de gobierno, la concesión de privilegios y la formación de capital en Nueva Francia, ofrece una nueva concepción del imperio: un imperio desordenado y contingente, que responde a las presiones internas y externas y está profundamente arraigado en los asuntos metropolitanos.