Discursos de Benjamin Harrison

Título original:

Speeches of Benjamin Harrison

Contenido del libro:

En 1888, Benjamin Harrison hizo campaña por la Presidencia de la manera habitual para los candidatos de su época: permaneció en su casa de Indianápolis y habló ante las delegaciones visitantes. En 1889, viajó a Washington para instalarse en la Casa Blanca, y realizó algunos breves viajes fuera de la ciudad. En 1890, emprendió un viaje en tren que duró más de una semana y recorrió casi 3.000 kilómetros, haciendo paradas y pronunciando discursos en siete estados. Pero en 1891, hizo algo que ningún otro Presidente había hecho hasta entonces: un viaje transcontinental en tren que duró un mes y recorrió más de 9.200 millas. En este viaje, visitó y pronunció discursos en casi 200 municipios de nada menos que 18 estados y tres territorios que pronto se unirían a la Unión. Más tarde, ese mismo año, siguió con un viaje de dos semanas y 1.400 millas por Nueva York y Vermont, con otras 30 paradas y discursos.

Este volumen, compilado originalmente por Charles Hedges en 1892, es una colección completa de los discursos de Harrison desde febrero de 1888 hasta febrero de 1892, en orden cronológico, incluyendo todos sus discursos de campaña, varias cartas importantes y los numerosos discursos pronunciados durante sus giras. También incluye extractos de sus mensajes al Congreso.

Contrastando sin saberlo su tema con los políticos de hoy, Hedges escribe en su introducción: "no es el propósito de este libro presentar unas cuantas selecciones de oratoria, laboriosamente preparadas y pulidas, o destellos ocasionales de pensamiento brillante. A partir de tales esfuerzos, preparados, tal vez, tras días de estudio y repetidas revisiones, uno sólo puede formarse una idea imperfecta de su autor. Tal compilación podría mostrar las más elevadas concepciones del hombre, y evidenciar una amplia gama de pensamientos y una sobrecogedora grandeza de expresión; pero no sería más que un pobre espejo del hombre mismo en su vida diaria". En cambio, escribió, el pueblo merece "observar el carácter de sus servidores públicos, entrar en contacto más estrecho con sus pensamientos diarios y conocerlos tal como son, no cuando se preparan para ocasiones especiales, sino día tras día y todo el tiempo". La gran mayoría de los discursos que aquí se presentan "fueron pronunciados durante la campaña presidencial de 1888, a menudo cuatro o cinco en un día, ante delegaciones visitantes de ciudadanos, que representaban todas las ocupaciones e intereses, y durante sus giras de 1890 y 1891, cuando a menudo hablaba ocho o diez veces al día desde el andén de su tren) vagón".

Continúa elogiando los esfuerzos de Harrison, señalando que, entre otras razones, los discursos son notables "por el hecho de que, aunque pronunciados durante la excitación de una campaña política y en la prisa de las pausas al borde del camino en un viaje por ferrocarril, no contienen ni una sola palabra pronunciada descuidadamente que pueda restarles dignidad o, por cualquier posible distorsión del lenguaje, volverse contra su autor por parte de sus oponentes políticos. Sin oportunidad para frases elaboradamente estudiadas, no pronunció una sola palabra que pudiera ser objeto de mofa por débil o vulgar". Y también que "nunca se sugiere ningún pensamiento de monotonía o repetición.... Uno se maravilla de su versatilidad para adaptarse a cada ocasión, ya fuera dirigiéndose a una delegación de mineros, a camaradas de guerra o a niños de escuelas públicas....".

Esta edición moderna está recién maquetada y va acompañada de mapas que detallan los viajes de Harrison preparados específicamente para este volumen.