Puntuación:
El libro, escrito por Matthew Henry, es aclamado por sus profundas reflexiones sobre temas como el arrepentimiento, la humildad y la mansedumbre, lo que lo convierte en una lectura valiosa tanto para creyentes como para no creyentes. Sin embargo, adolece de importantes problemas de formato, como numerosas erratas y mala calidad de impresión, que desvirtúan la experiencia general de lectura.
Ventajas:⬤ Pensamientos profundos, alentadores y bíblicos
⬤ sabiduría práctica
⬤ muy instructivo y reconfortante
⬤ ofrece una perspectiva única sobre la mansedumbre
⬤ rica en sabiduría
⬤ desafía a los lectores a vivir una vida de humildad y servicio
⬤ muy recomendado por muchos lectores.
⬤ Formato extremadamente pobre con muchas erratas extrañas
⬤ algunos lectores han tenido problemas con la calidad de la impresión
⬤ es una versión abreviada sin indicación clara
⬤ a algunos les resultó difícil comprometerse con el material.
(basado en 22 opiniones de lectores)
A Discourse on Meekness and Quietness of Spirit
La mansedumbre y la quietud parecen implicar casi lo mismo, pero como la segunda tiene algo de metáfora, ilustrará a la primera, así que hablaremos de ellas distintamente.
Debemos tener un espíritu manso. La mansedumbre es facilidad de espíritu: no una facilidad pecaminosa para el libertinaje, como la de Efraín, que seguía voluntariamente los mandamientos de los príncipes idólatras; ni una simple facilidad para dejarse imponer y engañar, como la de Roboam, de quien se dice que, cuando tenía cuarenta años, era joven y tierno de corazón; sino una facilidad llena de gracia para dejarse dominar por lo que es bueno, como la de aquellos a quienes se les quita el corazón de piedra y se les da un corazón de carne.
La mansedumbre acomoda el alma a cada acontecimiento, y así hace a un hombre fácil para sí mismo y para todos los que le rodean. La mansedumbre puede ser considerada tanto con respecto a Dios como a nuestros hermanos; pertenece a ambas tablas de la ley, y acompaña al primer gran mandamiento: Amarás al Señor tu Dios; así como al segundo, que es semejante a él: Amarás a tu prójimo como a ti mismo; aunque su referencia especial es a este último.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)