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El libro «Dios dijo sí», de la Dra. Marolyn Ford, es un relato real, poderoso e inspirador de sus curaciones milagrosas de ceguera y enfermedades graves, que pone de relieve su fe inquebrantable y el poder sanador de Dios. Los lectores encontrarán que el relato es profundamente conmovedor y alentador, sobre todo para quienes buscan esperanza y creer en los milagros.
Ventajas:El libro está bien escrito y es atractivo, pues ofrece un relato detallado de las luchas personales contra la salud. Los lectores aprecian la honestidad de la autora y la belleza de la narración, que muestra su fe y perseverancia. A muchos les parece una fuente importante de aliento e inspiración sobre la presencia y el poder de Dios en la curación.
Desventajas:Algunos lectores pueden considerar que el enfoque en la curación personal y los milagros es especializado o no universalmente relacionable. Se podría tener la impresión de que el libro hace mucho hincapié en una perspectiva religiosa específica, lo que puede no resultar atractivo para todo el mundo.
(basado en 6 opiniones de lectores)
God Said Yes!: From Tragedy to Triumph
Marolyn Ford experimentó curaciones instantáneas y milagrosas como resultado de la oración, no una, sino dos veces en su vida. La suya es una de las historias más increíbles e inspiradoras que jamás leerá: ambos milagros están bien documentados y son ejemplos asombrosos del poder sobrenatural de Dios. Lo que hace que la historia de Marolyn sea aún más convincente es que cada uno de sus diagnósticos desesperados provino de la muy estimada Clínica Mayo. Después de ambas curaciones, los médicos quedaron estupefactos, concluyendo que la única explicación era que se había producido un milagro.
Después de que perdiera repentinamente la vista a los dieciocho años, la Clínica declaró: "Estás ciega, Marolyn. No podemos hacer nada. Ni la cirugía, ni la medicación, ni las gafas te ayudarán. Con el tiempo perderás toda la vista. Vete a casa y aprende a vivir con ello".
Años después, una terrible caída en la bañera dejó a Marolyn con daños internos que le provocaron una parálisis total del aparato digestivo. Durante doce largos años, sólo pudo comer y beber por vía intravenosa. Una vez más, la clínica le dio un pronóstico sombrío. "No podemos hacer nada. Tu vida durará poco. Váyase a casa y ponga su casa en orden".
Todo estaba en orden. Se habían hecho los preparativos para el funeral. A menos que ocurriera un milagro, ella no viviría hasta la mañana.
Pero Dios tenía otras ideas. Marolyn pasó dos veces de la tragedia al triunfo.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)