Dilema de la mediación

Título original:

Mediation Dilemma

Contenido del libro:

La mediación se ha convertido en una técnica habitual para poner fin a los conflictos violentos, tanto dentro de los Estados como entre ellos.

Aunque la mediación tiene un sólido historial en la reducción de hostilidades, no está exenta de problemas. En The Mediation Dilemma, Kyle Beardsley destaca sus limitaciones a largo plazo. El resultado de este enfoque a menudo superficial del establecimiento de la paz, por inmediato y tranquilizador que sea, suele ser una paz frágil. Con la intervención de una tercera parte mediadora, las partes beligerantes pueden acordar formalmente concesiones que resultan insostenibles a largo plazo y pronto vuelven a enfrentarse.

Beardsley examina su argumento empíricamente utilizando dos conjuntos de datos y lo rastrea a través de varios casos históricos: Las iniciativas de Henry Kissinger y Jimmy Carter en Oriente Medio, 1973-1979.

La mediación de Theodore Roosevelt en 1905 en la guerra ruso-japonesa.

Y el intento de Carter de mediar en la crisis nuclear norcoreana de 1994. También se basa en las lecciones de los Acuerdos de Arusha de 1993, los Acuerdos de Oslo de 1993, Haití en 1994, el Acuerdo de Alto el Fuego de 2002 en Sri Lanka y el Memorando de Entendimiento de 2005 en Aceh. Beardsley llega a la conclusión de que si se confía en la mediación se corre el riesgo de que el conflicto vuelva a recrudecerse en el futuro, mientras que si se rechaza la mediación se corre el riesgo de que continúe el derramamiento de sangre al proseguir la guerra.

La diferencia entre los efectos a corto y a largo plazo de la mediación es evidente cuando el tercero mediador adopta formas de presión de mano dura y, según Beardsley, los mediadores múltiples y las organizaciones intergubernamentales también obtienen resultados relativamente malos a la hora de garantizar la paz a largo plazo. Beardsley concluye que la mediación tiene más posibilidades de fomentar la paz a corto y largo plazo cuando un único tercero media entre beligerantes que pueden permitirse esperar a que se alcance un acuerdo que se aplique por sí mismo.