"Los comienzos del arte de curar entre los pueblos viejos y antiguos tienen un carácter completamente teúrgico. Los dioses envían la enfermedad a la raza humana con ira y como castigo, y a cambio conceden la salud como don de gracia.
Héroes, reyes y sacerdotes actúan como intermediarios, dirigiendo las peregrinaciones al santuario favorable al dios, ordenando sacrificios, oraciones y cánticos, distribuyendo fórmulas mágicas y amuletos, aplicando ungüentos y unciones, así como medicinas internas, todo ello en nombre del dios. Además de los sacerdotes, los médicos que trataban a los enfermos de forma puramente empírica, como los gimnastas o jatroliptes, aparecieron en una fase temprana sin ninguna conexión con el culto a Dios, aunque el propósito y el objetivo de los palstra era enseñar a los niños, preservar la salud de los hombres y provocar un buen comportamiento en el cuerpo.
Icco de Tarento y Pródico de Selymbria gozaban de una excelente reputación. " Este libro sobre la historia moderna de la medicina es una reimpresión inalterada de la edición original de 1899.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)